La inmunoterapia ha transformado el tratamiento del cáncer al aprovechar el sistema inmunológico para atacar las células tumorales. Sin embargo, solo entre el 20% y el 40% de los pacientes responden de manera favorable a este tratamiento, y la efectividad varía según el tipo de cáncer. Determinar qué pacientes se beneficiarán de la inmunoterapia es una de las principales áreas de investigación. Hasta ahora, los estudios se han centrado en características específicas de los tumores, su entorno o el sistema inmunológico del paciente, lo que ha generado incertidumbre sobre cuáles son los biomarcadores realmente efectivos. Un equipo del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona ha identificado cinco factores independientes que determinan la respuesta de los pacientes a los inhibidores de puntos de control inmunológico (CPIs), una inmunoterapia común en el tratamiento del cáncer. Los resultados, publicados en ' Nature Genetics ', proporcionan un marco de referencia para los biomarcadores actuales y futuros, y abren la puerta a una mejor personalización de los tratamientos oncológicos, permitiendo predecir de manera más precisa qué pacientes responderán positivamente a la inmunoterapia. El estudio sugiere que pacientes con cáncer de hígado o riñón, quienes actualmente no suelen ser candidatos para inmunoterapia, podrían beneficiarse de esta. El equipo liderado por Núria López-Bigas y Abel González-Pérez, en colaboración con centros internacionales, analizó datos genómicos y clínicos de 479 pacientes con tumores metastásicos tratados con CPIs, obtenidos de la base de datos de la Hartwig Medical Foundation. Los investigadores identificaron cinco factores independientes que influyen en la respuesta a la inmunoterapia y la supervivencia de los pacientes: Carga mutacional del tumor (TMB): Tumores con más mutaciones generan neoantígenos que facilitan el reconocimiento y ataque del sistema inmunológico. Infiltración de células T citotóxicas : Una mayor infiltración de estas células mejora la efectividad de la inmunoterapia. Actividad de TGF-β en el microambiente tumoral : Una alta actividad de este factor suprime la respuesta inmunitaria, afectando negativamente la supervivencia. Tratamiento previo : Pacientes con tratamientos previos tienden a responder peor a la inmunoterapia. Potencial proliferativo del tumor : Tumores más agresivos están asociados con una peor respuesta al tratamiento. Estos cinco factores ofrecen una base sólida para organizar el conocimiento actual sobre los biomarcadores de inmunoterapia. El estudio sugiere que muchos biomarcadores individuales pueden ser versiones de estos factores subyacentes, permitiendo un enfoque más preciso en la predicción de la respuesta. Además, un modelo multivariante que combina estos factores ha demostrado ser más eficaz que los biomarcadores actuales, como la carga mutacional, para predecir qué pacientes responderán mejor. El estudio validó estos cinco factores en seis cohortes independientes, que incluían 1.491 pacientes con distintos tipos de cáncer, como pulmón, colon y melanoma, lo que refuerza su valor clínico. Los investigadores esperan contar con más datos para mejorar la precisión de los modelos, que deberán ser validados en ensayos clínicos prospectivos. Este avance supone un paso clave en la comprensión de cómo las características del tumor y del paciente influyen en la respuesta a la inmunoterapia. Según López-Bigas, el objetivo es que estos factores se integren en la práctica clínica, optimizando las decisiones terapéuticas en el futuro.