Kiev. Los jefes de las diplomacias de Estados Unidos y del Reino Unido ratificaron este miércoles en Kiev su compromiso con la “victoria” de Ucrania contra Rusia, la cual, según el presidente ucraniano, depende “principalmente” del apoyo de Washington.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, llegó a Kiev en tren desde Polonia, acompañado por su homólogo británico, David Lammy, del nuevo gobierno laborista.
Ambos se comprometieron a mantenerse como uno de los principales apoyos de Ucrania, invadida por Rusia en febrero de 2022.
En una reunión con el jefe de la diplomacia ucraniana, Andrii Sibiga, Blinken aseguró que su viaje reafirmaba el compromiso “a favor de la victoria de Ucrania”.
Lammy prometió apoyo británico hasta el final de la guerra, calificándola como “agresión e imperialismo ruso”.
Estados Unidos y aliados imponen nuevas sanciones a Irán por misiles enviados a Rusia
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, solicita armas de mayor potencia a sus aliados occidentales y menos restricciones para su uso.
Desde Washington, el presidente estadounidense Joe Biden, que busca evitar un conflicto directo entre su país y Rusia, las dos principales potencias nucleares mundiales, dijo: “Estamos pensando en ello en este mismo momento”.
En Rusia, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que su país tendrá una respuesta “apropiada” si se permite a Ucrania usar armas de largo alcance contra su territorio.
Según Peskov, cada decisión occidental en este sentido demuestra el “carácter justificado, necesario y sin alternativa” de la intervención militar rusa en Ucrania.
En una rueda de prensa, Zelenski afirmó que el plan para derrotar militarmente a Rusia “depende principalmente” del apoyo estadounidense y “de otros (países) asociados”.
Sus declaraciones se produjeron dos meses antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que podrían representar un desafío para Ucrania si el republicano Donald Trump gana frente a la demócrata Kamala Harris.
Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de equipamiento militar de Ucrania.
Una de las principales demandas de Ucrania es flexibilizar las restricciones sobre el uso de los sistemas de misiles tácticos ATACMS estadounidenses, que pueden alcanzar objetivos ubicados a 300 kilómetros de distancia.
En una carta conjunta dirigida a Biden, los principales miembros republicanos del Congreso le pidieron que actúe para evitar que Rusia “cometa sus crímenes de guerra contra Ucrania con impunidad”.
Sin embargo, los republicanos están profundamente divididos sobre esta cuestión, y un eventual triunfo de Trump podría cambiar radicalmente la política exterior de Estados Unidos.
Estados Unidos acusó esta semana a Irán de entregar misiles a Rusia y afirmó que podrían utilizarse para atacar territorio ucraniano en las próximas semanas.
Estas entregas generan preocupación sobre la posibilidad de que Rusia ataque zonas del oeste de Ucrania, que hasta ahora han sido menos afectadas por la guerra.
A principio de este año, Estados Unidos autorizó a Ucrania a utilizar armas occidentales para atacar a las fuerzas rusas en caso de conflicto a ambos lados de la frontera.
El ejército ucraniano lanzó el mes pasado una ofensiva en territorio ruso, en la región de Kursk, con la esperanza de obligar a Rusia a desplazar sus tropas, que actualmente avanzan en el este de Ucrania.
Según los medios británicos, Biden, quien se reunirá con el primer ministro británico Keir Starmer el viernes en Estados Unidos, podría levantar el veto sobre el uso de misiles Storm Shadow de largo alcance en territorio ruso.
Ucrania celebró también el martes el anuncio de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que abre la puerta a un nuevo tramo de ayuda de $1.100 millones.