Una relación bilateral con el Estado (España, en los términos que emplea el nacionalismo vasco) que se asemeje al Concierto económico. Esa es la idea que ha deslizado este miércoles el lendakari , Imanol Pradales, para abordar la reforma del Estatuto de Guernica. Cuestión que se prevé fundamental de cara a la próxima legislatura en la comunidad autónoma. «Ninguna de las dos partes puede imponer a la otra su voluntad . Consagra la necesidad de dialogar, negociar y convenir en beneficio mutuo«, ha dicho en referencia al sistema fiscal que diferencia a la región del resto del país. Un modelo que los peneuvistas querrían replicar en el plano político, según ha defendido Pradales durante el encuentro de Nueva Economía Forum (Bilbao) y que ha recogido EP. «Este nuevo Pacto debe permitir asentar una relación bilateral con el Estado que incluya el reconocimiento de nuestra realidad nacional, la singularidad de nuestro Autogobierno, así como un sistema de garantías para el cumplimiento efectivo de lo acordado«, ha afirmado. Cuestiones que no son nuevas para los planes de su gabinete, pues fue en su propia sesión de investidura a finales del mes de junio cuando Pradales fijó su hoja de ruta. Defender lo alcanzado, conseguir las competencias pendientes —entre las cuales se encuentra la gestión económica de la Seguridad Social— y una reforma y actualización del Estatuto de Autonomía. Un debate, este último, que no estuvo encima de la mesa en la pasada legislatura, pero que ahora empieza a coger vuelo. Es en el propio acuerdo de Gobierno entre el PNV y el Partido Socialista de Euskadi (PSE), que gobiernan en coalición desde las últimas elecciones del 21 de abril, donde figura un apartado completo dedicado al avance en el «autogobierno» del País Vasco. Y, aunque la cuestión estatutaria quedaría relegada en el documento al espacio de los partidos, ambos se comprometían, sin embargo, a no entorpecer las iniciativas de sus socio en el Ejecutivo. Así, es el PNV quien está comandando la cuestión. De hecho, se espera que Andoni Ortuzar, presidente del órgano ejecutivo de la formación, abra una ronda de contactos con el resto de fuerzas políticas en el mes de octubre. Su formación y en concreto el nuevo lendakari trata de transmitir el mensaje de que está dispuesto a abrir los brazos para alcanzar «grandes acuerdo de país«. Para eso, la vista puesta en el Concierto económico, que los peneuvistas han tenido que defender a raíz del pacto del PSOE con ERC para conceder un modelo fiscal diferenciado a Cataluña, y que s erviría de molde para el nuevo marco institucional . En palabras de Pradales: «Un nuevo marco jurídico de relaciones institucionales y políticas entre Euskadi y el Estado». A esto se añadiría, además, un sistema de garantías para constatar el cumplimiento de lo acordado entre las dos partes. Algo insuficiente para EH Bildu, que insiste en introducir el «derecho a decidir» para apoyar la reforma, pero que ya se ha negado a tratar el PSE, que defiende que la nueva arquitectura institucional que salga de un posible acuerdo no desborde los límites que fija la Constitución Española. Por su parte, el PP mantiene una posición crítica justo antes de que arranque la actividad parlamentaria, acusando al PNV de brindar el «liderazgo político» en el País Vasco a la izquierda aberzale. Según expresó ayer Javier de Andrés, líder de los populares vascos, tanto socialistas como peneuvistas estarían mordiendo los «anzuelos» de Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu.
