Metro de Madrid es una enorme infraestructura con cientos de kilómetros de redes, túneles y andenes, y que nunca duerme, ni siquiera cuando sus puertas están cerradas a los usuarios . Es entonces cuando se aprovecha para llevar adelante muchas obras de mantenimiento. Y será también en ese horario nocturno cuando se ponga en marcha el último plan de la compañía, para repara los posibles desgastes en unos 90 kilómetros de vías. La inversión en esto será de 17,5 millones de euros, según lo aprobado en el consejo de Gobierno de este miércoles. Se trata, ha explicado el portavoz del Gobierno regional, Miguel Ángel García Martín, de preservar esa parte donde la rueda se apoya en el carril, y especialmente los tramos que puedan estar en peor estado. Para la inspección y el control de estas vías, se van a utilizar sistemas de ultrasonidos. García ha informado de que una vez al año, se realizan inspecciones de todo el recorrido de los trenes. Donde se detecta que la situación es más complicada, las revisiones se aceleran y se producen cada seis meses. Siempre, insiste, en horario nocturno para reducir en lo posible las molestias a los usuarios, y sin suspender el servicio. El suburbano realiza un mantenimiento preventivo de estas infraestructuras para mejorar la eficiencia y la calidad que se presta al ciudadano. El proyecto está dividido en dos fases, uno que comprende el tramo norte y otro en la zona sureste de la red y que abarca 89,75 kilómetros. El objetivo es subsanar los posibles defectos y desgastes en las zonas de guiado y rodadura, es decir, en aquellos puntos donde tiene el contacto de la rueda del tren con el carril. Además, la compañía madrileña renovará aquellos tramos que se encuentran próximos al fin de su vida útil. Con esta actuación se sustituirá de forma generalizada la soldadura aluminotérmica por eléctrica, que permite un mayor grado de mecanización, así como una disminución de los incidentes.
