En vísperas de una jornada clave en el Congreso, varios funcionarios del Gabinete remiten al mismo recuerdo del 12 de junio, cuando un auto de Cadena 3 quedó prendido fuego en el marco de la marcha contra la Ley Bases. "Afuera del Congreso había terroristas queriendo llevarse puesta la democracia", indicaba horas después el vocero Manuel Adorni, aunque la Justicia finalmente no procesó a ninguno de ellos por ese delito. A principios de septiembre, la Sala II de la Cámara Federal ordenó la liberación del último de los detenidos, Roberto De La Cruz Gómez
Ayer en Casa Rosada aseguraban no obstante que esos desmanes podían llegar a repetirse hoy: "Nosotros estamos preparados y a Patricia no le va a temblar el pulso". Dentro de la Cámara de Diputados, se pondrá en debate la insistencia al proyecto de movilidad jubilatoria que fue aprobado en el Congreso semanas atrás y vetado posteriormente por el presidente Javier Milei.
En ese marco, agrupaciones políticas, sindicales y sociales convocaban a marchar a las inmediaciones del Palacio Legislativo para reforzar el apoyo hacia esa legislación.
Según el poroteo de la Casa Rosada, el oficialismo de La Libertad Avanza se habría garantizado las alianzas suficientes para evitar que la oposición llegara a los dos tercios de los presentes y pudiera revocar -al menos en primera instancia- el veto presidencial.
Con eso en mente, desde el Gobierno se adelantaron ayer para salir a decir que el Ministerio de Seguridad ya estaba disponiendo de un "operativo de seguridad especial", aunque con el dato adicional de que "a partir de fuentes abiertas" suponían que "se están planificando actos de violencia para la movilización".
Según pudo reconstruir El Cronista, esto mismo fue detallado horas antes de la conferencia de prensa emitida por Adorni en una reunión de gabinete reducida con la presencia de Javier y Karina Milei, el asesor presidencial Santiago Caputo, el ministro Luis Petri y el mismo vocero presidencial, entre otros.
"Patricia nos dijo que hay que decir eso, pero no tengo ni la más mínima idea de qué quiere decir", afirmó una fuente palaciega ante la consulta de qué quería decir "fuentes abiertas".
De cualquier manera, en el Gobierno señalaban que los principales actores que podían "intentar pudrirla" eran el camionero Pablo Moyano, los alfiles de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y los manifestantes de las dos CTA. También teorizaban que las múltiples agrupaciones de izquierda "se están organizando mejor, con más tiempo y van a estar tirando piedras". "Acá la Policía va a estar empoderada, es un cambio de época", afirmaban.
Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación no daban precisiones de cómo será el operativo en las calles porteñas. Aun así, adelantaron que se aplicará el denominado Protocolo Antipiquetes.
El enfrentamiento con las fuerzas policiales ya tuvo un primer capítulo una semana atrás, cuando jubilados y otros frentes políticos y sociales que los acompañaban se enfrentaron durante una protesta sobre la avenida Rivadavia, que terminó en represión con gas lacrimógeno y empujones a los manifestantes. "No hay que tenerle miedo a la represión, hay que tener miedo a los que incumplen la ley. A esos hay que tenerles miedo, nada más", justificó el vocero presidencial un día después.
Ante eso, un importante gremialista que convocó a marchar mañana decía: "¿Vos te pensás que la Policía nos va a decir 'no, no crucen más allá de Belgrano y Combate de los Pozos? Nosotros no somos organizaciones sociales que tal vez van familias, acá tenés gente que se la aguanta en serio".
Diferentes terminales de la CGT coincidían en mayor medida que el Gobierno "quiere buscar quilombo". "No vamos a entrar en esa", afirman cerca de Pablo Moyano, uno de los apuntados por la ministra.
La central obrera pasa por un momento de fractura entre varios de sus miembros y no se convocó a marchar. Aun así, los diferentes secretarios que la componen afirman que el comunicado en apoyo a la movilización es un visto bueno para que los diferentes sindicatos se hagan presentes por motu proprio.
"Va a haber alguna escaramuza con las agrupaciones de la Izquierda que siempre quieren pudrirla", afirman. Por esa razón, varias entidades no estaban seguras si acercarse a pocos metros del Congreso o mirarla varias cuadras atrás para evitar suspicacias.
Uno de los referentes de la convocatoria por parte del gremialismo que salió a hablar fue el secretario general de la CTA-Autónoma, Hugo "Cachorro" Godoy, que manifestó que "es una obligación que los diputados rechacen el veto". El dirigente dijo que el acto va a ser "masivo y contundente" en apoyo a "la lucha de los jubilados".
Al igual que las centrales periféricas a la CGT, los diferentes espacios políticos y organizaciones de izquierda convocaron a marchar de manera independiente a los gremios. "Dejamos evidenciando la crítica a las centrales sindicales que han dejado pasar la Ley de Bases", afirmó el diputado del Partido Obrero Gabriel Solano.
La Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) también se suscribió a la movilización y llamó a "salir a las calles para exigir la anulación del veto a la movilidad jubilatoria"; misma consigna que rige la Corriente Federal y el Frente sindical, así como diferentes organizaciones como Territorios en Lucha y la Mesa de Organismos de Derechos Humanos.