El Gobierno puso ayer fin a la incertidumbre y a las quinielas en el Banco de España, para corroborar lo que ya adelantó este periódico, que el puesto de subgobernador iba a ser para una mujer. Tres eran las candidatas finales, pero la que se ha llevado el «premio» ha sido Soledad Núñez, que fue directora general de Política Económica de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno y ex directora general del Tesoro con José Luis Rodríguez Zapatero. El nuevo gobernador, José Luis Escrivá, está cumpliendo con el guion preestablecido y ha dado luz verde a la designación de Núñez auspiciada desde el Gobierno. Pese a que la prerrogativa del nombramiento de subgobernadora «procede directamente del gobernador», fuentes consultadas por LA RAZÓN han confirmado que la candidata se decidió en Moncloa.
La economista afín al PSOE ya intentó acceder al segundo puesto del escalafón del supervisor bancario en 2012, durante el mandato de Luis María Linde, pero no lo logró por el veto del Partido Popular, que argumentó su excesiva cercanía política al PSOE. El puesto finalmente recayó en Fernando Restoy, en aquel momento vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Fuentes del PP han recordado que Núñez mantuvo altos puestos de responsabilidad durante siete años en gobiernos socialistas y que «ha primado en el nombramiento su afinidad ideológica a los méritos profesionales. Además de gurú económica de Zapatero, fue consejera de Banco Madrid hasta su quiebra en 2015. Dos quiebras económicas distintas en un mismo currículum. Ser gurú económica de Zapatero debería ser motivo de inhabilitación, no de ascenso». En este sentido, el PP criticó que «la asesora que debutó en política con el gobierno de los ‘‘brotes verdes’’ antes de una crisis sin precedentes en nuestro país pase a ser aupada por el Gobierno de la economía va como un cohete».
El Gobierno también ha hecho efectivos los relevos de dos de los miembros del Consejo de la institución bancaria, ligados también a la órbita de Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez. Así, ha incorporado a Lucía Rodríguez, funcionaria del Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado y exasesora en el gabinete de la ex ministra de Economía, Nadia Calviño. Licenciada en Derecho y Administración de Empresas, ha sido hasta la fecha subdirectora general de Endeudamiento Público en la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), encargada de analizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y realizar el seguimiento del marco fiscal europeo, entre otros cargos.
Jordi Pons, catedrático de Economía por la Universitat de Barcelona, se incorporará a la institución para dar cumplimiento con la «cuota independentista catalana» en el supervisor monetario. Esta decisión fue acordada por el propio Pedro Sánchez con el anterior presidente de la Generalitat de ERC, Pere Aragonés, en la visita que realizó a Cataluña el pasado mes de julio. Pons es conocido como economista del supuesto «expolio fiscal de Cataluña». Firmó en 2005 junto a Ramón Tremosa, ex diputado y exconseller de Junts, «El expolio fiscal, una asfixia premeditada», en el que denunciaba los supuestos problemas que se generan para la región catalana por su contribución neta a la solidaridad entre regiones.