El estado en el que se presentan algunos vehículos a realizar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) evidencia el riesgo para la seguridad vial y el medio ambiente. La Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) ha mostrado una serie de imágenes tomadas por inspectores de los más de 400 centros de ITV que hay en el país y que muestran el estado en el que se encuentran algunos de los vehículos que circulan por nuestras vías públicas. Aunque pueda parecer una broma, algunos de estos vehículos pretendían superar la inspección con neumáticos a punto de reventar , piezas del motor y de la carrocería sujetas precariamente, sin pastillas o discos de freno, con sillas de jardín en vez de los asientos homologados, e incluso con un pedal de madera. Entre las fotografías recopiladas está la de un camión que acudió a una estación de ITV con una silla de hierro en el puesto del copiloto. Así estaba circulando. En este caso, es un defecto grave en el capítulo de acondicionamiento interior, una parte del vehículo que es clave no solo desde el punto de vista estético , sino también para la seguridad del conductor y los pasajeros. Los asientos son los encargados, junto con el cinturón de seguridad y el airbag, de mantener el cuerpo de los ocupantes fijo y de absorber y transmitir gran parte de la energía del impacto a través de sus anclajes. De acuerdo con datos aportados por el Ministerio de Industria y Turismo, el 4% del total de los defectos graves detectados en las estaciones de ITV españolas corresponde al capítulo de acondicionamiento interior. En otra fotografía que ha publicado AECA-ITV se puede ver un pedal de embrague transformado con una tabla de madera. Esto pone en peligro la seguridad de la conducción, ya que los pedales están diseñados de tal forma que tratan de evitar que el pie deslice y no interfiera, física y funcionalmente, con otros elementos del vehículo pudiendo provocar siniestros viales al «fallar» al pisar el pedal. En este caso, al estar modificado, no se puede asegurar que este mantenga su correcto funcionamiento, lo que podría afectar a la caja de cambios al engranar las distintas marchas o, incluso, al pedal de freno. Los inspectores también han fotografiado un vehículo que acudió a una estación de ITV sin disco de freno, así como otro con el latiguillo de los frenos cortado. En el caso de los discos de freno es importante recordar que son los dispositivos empleados para garantizar la reducción de la velocidad de cada una de las ruedas del vehículo, hasta llegar a detenerlo. Esto se debe a la fricción que se crea cuando las pastillas de freno junto con las pinzas atrapan el disco al accionar el pedal. De ahí la gravedad de no tener disco de freno. Por su parte, una rotura del latiguillo del freno provoca una pérdida del líquido de frenos, lo que implica que el sistema deja de funcionar. Según el Ministerio de Industria y Turismo el apartado de frenos supone el 12% de los defectos graves detectados en las ITV cada año. Además de estas imágenes, también se han presentado otras que muestran defectos graves en el capítulo de identificación, de dirección, de motor, emisiones contaminantes y alumbrado y señalización, entre otros. «Con estas fotografías queremos concienciar a los conductores sobre la importancia de la inspección técnica, porque pasar la ITV no es un mero trámite, sino un acto de responsabilidad social. Circular con un vehículo que no cumpla con los estándares de seguridad puede representar un peligro no sólo para quienes se encuentran dentro del mismo, sino también para el resto de usuarios de las vías públicas», ha recalcado Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV. Cada año las más de 400 estaciones de ITV de España realizan alrededor de 20 millones de inspecciones con las que se salvan anualmente 723 vidas y evitan al menos 15.641 siniestros viales y 13.110 heridos. Así lo sostiene el estudio sobre la «Contribución de la ITV a la Seguridad Vial y al Medio Ambiente», realizado por la Universidad Carlos III de Madrid. Pese a estos datos, en la actualidad al menos 3 de cada 10 vehículos que tendrían que realizar la ITV circulan por las vías públicas del país sin tenerla al día. Una cifra que representa un peligro para la seguridad de todos los usuarios. La primera inspección, en el caso de un turismo, se produce a los 4 años desde la matriculación del coche. Hasta los primeros 10 años de vida, se realiza cada 2 años; y finalmente, cuando éste adquiere más de 10 años, se debe realizar cada año. Aunque hay algunas excepciones: aunque el vehículo no haya cumplido 4 años, si ha sido objeto de una modificación o sustitución de elementos antes o después de la matriculación, que varíe las características que constan en la tarjeta ITV o las condiciones de seguridad definidas, debe pasar una inspección de reformas. También si el coche ha sufrido desperfectos notables en un accidente. El resultado de la inspección puede ser favorable o desfavorable con defectos leves. Permite que el vehículo pueda circular con normalidad hasta que vuelva a caducar la inspección. En el caso de que la inspección sea favorable con defectos leves, el propietario del vehículo debe corregirlos, pero no tiene la obligación de volver a la estación para comprobar la subsanación de dichos defectos. Desfavorable. Si se han detectado en el vehículo defectos graves, el titular del mismo está obligado a repararlo y volver a la estación de ITV donde pasó la primera, en el plazo de dos meses, para comprobar la subsanación de dichos defectos. O negativa. En el caso de diagnosticarse defectos muy graves, la inspección se considera negativa y el vehículo no está autorizado a abandonar la estación de ITV por medios propios, sino que tendrá que hacerlo transportado por una grúa hasta el lugar de reparación y volver para comprobar la subsanación de los defectos. La legislación vigente prevé la sanción que deben imponer los agentes de tráfico a los vehículos que, estando obligados, no pasen la Inspección Técnica. En este sentido, el adhesivo identificativo que se entrega como comprobante de haber pasado la ITV, deberá colocarse, bien visible, en el ángulo superior derecho del parabrisas delantero. Más allá del riesgo de sufrir o provocar un siniestro vial y el daño al medio ambiente que conlleva circular con un vehículo sin la inspección técnica al día, no cumplir con esta obligación es sancionable con 200 ó 500 euros de multa, dependiendo del caso. Tener la ITV caducada, es decir, tanto circular con el vehículo como tenerlo estacionado en el garaje o en la calle sin haber realizado la inspección técnica en la fecha en la que le correspondía acarrea una sanción económica de 200 euros y la obligación inmediata de realizar la ITV. Circular con la ITV desfavorable, es decir, seguir circulando con el vehículo pese a que se le detectaron defectos graves que sólo le permitirían desplazarse hasta el lugar de reparación implica una multa de 200 euros. En este supuesto, el titular del vehículo está obligado a reparar los defectos graves y volver a la estación de ITV, en un plazo máximo de 2 meses, para comprobar la subsanación de dichos defectos. Circular con una ITV negativa, es decir, seguir circulando con el vehículo al cual se le han detectado defectos muy graves acarrea una sanción de 500 euros. En estos casos, el vehículo no está autorizado a abandonar la estación de ITV por medios propios, sino que tendrá que hacerlo transportado por una grúa hasta el lugar de reparación y volver a la estación ITV, en un plazo máximo de 2 meses, para comprobar la subsanación de los defectos. A estas sanciones, hay que añadir la no cobertura de la compañía aseguradora en caso de siniestro, lo que puede originar unos elevados gastos para el propietario del vehículo en función de la gravedad del hecho.