El puerto de Chancay se ha convertido en un símbolo de la influencia china en América Latina, especialmente en cuanto a inversiones estratégicas en infraestructura. Con el respaldo del gigante asiático, a través de la empresa Cosco Shipping, el megapuerto está en su fase final de construcción y será un eje clave para el comercio entre Sudamérica y Asia.
Sin embargo, Estados Unidos no participó en esta megaobra. Según José Fernández, subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico de EE.UU., esto se debe a diferencias fundamentales en las políticas de inversión de ambos países.
La inversión china en el puerto de Chancay ha sido posible gracias a una estrategia de expansión global encabezada por el gobierno de Xi Jinping, que le permite ejercer un control centralizado sobre las decisiones de sus empresas. En este caso, la estatal Cosco Shipping ha sido la encargada de financiar y ejecutar gran parte del proyecto, enmarcado dentro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Por el contrario, Estados Unidos no tiene la capacidad de influir directamente en las decisiones de inversión de sus empresas privadas. Según explicó José Fernández, “China puede, mediante una orden, dirigir a sus empresas a invertir. Son herramientas legales del gobierno chino. Nosotros no tenemos la misma capacidad de influencia sobre las empresas estadounidenses. No puedo decirle a Newmont dónde invertir”, manifestó.
Fernández también destacó que Estados Unidos se diferencia por ofrecer empresas que cumplen con la legalidad, respetan las normativas laborales y ambientales en los países donde invierten. Este enfoque busca equilibrar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente, lo que convierte las inversiones estadounidenses en proyectos más sostenibles a largo plazo.
En contraste, el subsecretario de Estado instó a no comparar las inversiones de Estados Unidos con las de China, debido a que sus enfoques son distintos. Las empresas estadounidenses priorizan la estabilidad legal, la creación de empleo y el respeto por las leyes locales, factores que consideran fundamentales para lograr una inversión responsable y beneficiosa para los países receptores.
La decisión de China de invertir en el megapuerto de Chancay responde a su objetivo de consolidar rutas comerciales mediante la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El puerto tiene una ubicación estratégica en la costa del Pacífico, lo que le permitirá convertirse en un punto clave para la distribución de mercancías hacia Asia y otros mercados internacionales.
Asimismo, la estabilidad económica de Perú fue un factor determinante en esta inversión. Según Mario De Las Casas, gerente de Relaciones Institucionales de Cosco Shipping, el puerto cuenta ya con un 91% de avance, y la inauguración de los primeros cuatro muelles está programada para noviembre de este año. Esta infraestructura reducirá los tiempos de transporte y los costos logísticos, mejorando la competitividad de la región.