Un país de Asia, reconocido por sus avances tecnológicos y calidad educativa, enfrenta una crisis demográfica, las autoridades buscan soluciones urgentes para frenar el descenso en los nacimientos. Durante años, los incentivos económicos y reformas sociales no han dado los resultados esperados, dejando a la nación al borde de un colapso poblacional.
Frente a este panorama, se ha implementado una medida innovadora y ambiciosa: la contratación de niñeras extranjeras para apoyar a las familias en el cuidado infantil. Con el objetivo de aliviar las cargas domésticas de los hogares con doble ingreso, se espera que este programa fomente un entorno más favorable para que las parejas jóvenes decidan tener hijos.
Corea del Sur es el país con la tasa de natalidad más baja del mundo, registrando apenas 0,72 hijos por mujer en 2023. Esta cifra contrasta fuertemente con el índice de reemplazo poblacional, que se estima en 2,1 hijos por mujer. Durante los últimos 17 años, el gobierno ha gastado más de 284,000 millones de dólares en diversos incentivos y programas, sin conseguir revertir esta alarmante tendencia.
La situación es tan crítica que algunos demógrafos han advertido que, si no se toman medidas drásticas, el país podría enfrentar un futuro incierto donde su población se reduciría de manera significativa. Este descenso demográfico está afectando no solo el crecimiento económico, sino también la estructura social del país.
En un intento por mitigar el problema, Corea del Sur ha lanzado un plan piloto para contratar niñeras extranjeras. En la primera fase del programa, se prevé la llegada de 100 niñeras, con una meta de alcanzar las 1.200 trabajadoras para mediados de 2025. Estas niñeras llegarán al país bajo una visa E-9, la cual permite la contratación en sectores no especializados.
El programa busca ofrecer cuidado infantil asequible para hogares con doble ingreso, familias monoparentales y aquellas con varios hijos. La falta de opciones accesibles de guarderías ha sido una de las principales razones por las que muchas mujeres abandonan la fuerza laboral. Con este programa, el gobierno pretende revertir esa tendencia y, en última instancia, aumentar la tasa de natalidad.
Uno de los aspectos más controvertidos del plan es el coste asociado a la contratación de estas niñeras. Según las autoridades de Seúl, una niñera extranjera podría costar hasta 2,38 millones de wones al mes, lo que equivale a aproximadamente 2.000 dólares estadounidenses. Esta cifra representa casi la mitad del ingreso mensual promedio de un hogar surcoreano, lo que ha generado preocupación sobre la accesibilidad del programa para las familias de ingresos medios.
Además, el programa ha recibido críticas por propuestas de reducir el salario mínimo para las niñeras extranjeras. Algunas autoridades han sugerido que las trabajadoras filipinas deberían recibir un salario acorde a los estándares de sus países de origen, lo cual ha sido rechazado por grupos de derechos humanos que consideran que esta medida vulnera los derechos de los trabajadores extranjeros.
Uno de los principales objetivos de esta política es facilitar la reincorporación de las mujeres al mercado laboral. En Corea del Sur, el número de hogares con doble ingreso ha crecido significativamente en los últimos años, alcanzando los 5,82 millones en 2021. Sin embargo, muchas mujeres optan por dejar sus empleos debido a la falta de opciones de cuidado infantil asequibles.
El gobierno surcoreano confía en que, al ofrecer servicios de cuidado más accesibles, más mujeres puedan permanecer en la fuerza laboral, lo que a su vez podría crear un entorno más favorable para que las familias tengan hijos. La esperanza es que, al reducir la carga del cuidado infantil, las parejas jóvenes consideren formar familias más grandes, lo que ayudaría a frenar el descenso de la natalidad.