Kenay Myrie apenas tiene 18 años y quiere escribir su propia historia en el Deportivo Saprissa. Su reciente debut en el partido de cuartos de final del Torneo de Copa contra el Santos de Guápiles marcó un hito personal y familiar que trasciende el fútbol.
Sin embargo, lo que lo hace aún más especial es que no está solo en este viaje: su hermano gemelo, Kenan, también juega en las filas del club morado, y ambos son hijos del exfutbolista Roy Myrie y sobrinos de Dave Myrie, mundialista y exjugador de la Selección de Costa Rica.
A los 80 minutos de juego, cuando Kenay ingresó al terreno de juego, no solo cumplió un sueño personal, sino también un legado familiar que lo conecta profundamente con el fútbol.
“Era mi sueño desde pequeño, entonces estoy muy feliz y más porque vengo de familia futbolera. Cuando entré, me imaginé todo lo que había pasado para llegar hasta ahí. Como futbolista, uno pasa por muchos altibajos y yo siento que a mí me costó bastante llegar hasta donde estoy ahora”, confesó el joven en una entrevista con el departamento de prensa de Saprissa.
Kenay no es un joven futbolista más. Desde sus inicios, ha estado marcado por la presencia de su padre y su tío, quienes destacaron en el ámbito futbolístico nacional e internacional. Esa conexión familiar le brindó valiosas lecciones, pero también un peso adicional de expectativas.
“Crecí con la figura de mi papá y mi tío, ellos son los que me han guiado a ser como soy. Me han enseñado a tomar las cosas con calma y a disfrutar, pero siempre dando lo mejor de mí”, expresó el lateral derecho.
Para Kenay, su debut fue un cúmulo de emociones y aseguró que al principio no hubo nervios.
“Cuando me explicaron lo que tenía que hacer, no sentí nervios. Cuando le di la boleta al árbitro me sentí más nervioso, pero cuando entré a la cancha, se me fue todo. Entendí que tenía que ser yo en la cancha y disfrutar, que era lo que me quedaba”, explicó con madurez, dejando claro que está listo para afrontar los desafíos que el futuro le depare.
El debut de Kenay no fue una sorpresa para él. Días antes, había recibido la convocatoria del cuerpo técnico a través de un simple mensaje de WhatsApp, una noticia que llenó de alegría al joven.
“Mandaron la lista y cuando yo vi mi nombre, me alegré un montón. Yo sentía que ya ese partido me tocaba. Al final se dio y estoy muy agradecido”, comentó con una sonrisa.
Aunque el partido terminó en empate, para Kenay fue una oportunidad invaluable de mostrarse.
“Todos sabemos que no era el resultado deseado. Me siento feliz por mi debut, pero no satisfecho, porque queríamos ganar”, agregó.
Su recorrido hasta el debut ha estado lleno de aprendizajes. Antes de esta oportunidad, ya había sido parte de cinco convocatorias con el primer equipo, una experiencia que, según él, lo ha preparado mejor para lo que viene.
“De todo se aprende: en los entrenos, en los partidos que uno queda en banca, fuera de lista. Todo es un aprendizaje porque al estar rodeado de gente tan experimentada y tan buena también, eso lo hace a uno mejorar día a día. Ese es el rol que a uno le toca asumir, de momento: aprender para en algún futuro saber cómo se tienen que afrontar las situaciones”, reflexionó.
El 17 de junio de 2023 será una fecha que Kenay nunca olvidará. Fue su primer entrenamiento con el equipo mayor, un día que marcó el inicio de un nuevo capítulo en su carrera.
“Pasar de verlos en la tele a verlos en persona todos los días era algo que no asimilaba. Yo iba a los partidos siempre, los veía y decía que quería estar ahí, y ya cuando empecé a entrenar fue algo que me marcó mucho”, compartió con nostalgia y emoción.
No obstante, a pesar de la alegría que siente por su progreso, Kenay tiene claro que este es solo el principio de un largo camino por recorrer. No se conforma con haber debutado; sus objetivos son mucho más grandes. “Mis metas son ser seleccionado nacional, llegar al Real Madrid y ser un jugador que pueda aspirar a grandes cosas en el fútbol europeo”, afirmó con la determinación propia de un joven con hambre de gloria.
Kenay es consciente de que ser parte de una familia futbolística de renombre puede ser una espada de doble filo. Por un lado, cuenta con la experiencia y los consejos de su padre Roy y su tío Dave, quienes le han transmitido su sabiduría en el deporte; por otro, lleva el peso de las expectativas que genera su apellido. Sin embargo, para Kenay, la presión se convierte en motivación.
“Siempre me han dicho que haga lo mío, que no me preocupe por lo que digan, que disfrute el juego”, aseguró.
Kenay se describió como un lateral derecho con vocación ofensiva, algo que ha demostrado en las ligas menores con varios goles en su haber. Aunque su papel dentro del equipo está en construcción, sus características lo posicionan como un jugador versátil que podría aportar mucho al Saprissa en el futuro cercano.
Si desea seguir el Blog de Saprissa, Actualidad Morada, aquí encontrará el enlace directo. Además, si quiere recibir El Boletín Morado en su correo electrónico, puede registrarse gratis aquí.