El primer triunfo del Barça Atlètic ante un combativo Ourense (3-0) no pudo ser más espectacular. Llegó por superioridad ofensiva y adornada por dos mágicos golazos de los primos Toni y Guille Fernández después de que un penalti transformado por Víctor Barberà enseñase la forma de auparse en la clasificación de la Primera Federación. Todo en los cuarenta y cinco minutos iniciales. Un estreno victorioso en casa, en el Johan Cruyff que ya dice mucho.
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