En el fenómeno de los incels, esos varones jóvenes supremacistas y “célibes involuntarios” que hoy constituyen la mayor cybercomunidad del mundo, que intercambian odio e incitación a la violencia directa contra las mujeres y contra los varones que tienen éxito con las mujeres, se pueden leer muchas cosas. Entre otras, mecanismos de dominación a través de mecanismos de extravío...