Volkswagen defendió sus planes de analizar el cierre de fábricas en Alemania, un hecho sin precedentes, al explicar que la caída en las ventas de automóviles ha dejado a la empresa con “dos plantas de más”.
La demanda de vehículos en Europa no se ha recuperado desde la pandemia de COVID-19, con entregas de automóviles ubicándose alrededor de 2 millones por debajo de su pico, comentó el director financiero Arno Antlitz en una asamblea de empleados en Wolfsburg. Los trabajadores abuchearon a Antlitz y al director ejecutivo Oliver Blume cuando subieron al escenario.
Volkswagen ha perdido ventas por unos “500 mil automóviles, el equivalente a alrededor de dos plantas”, añadió Antlitz. “Necesitamos aumentar la productividad y reducir los costos”.
El mayor fabricante de automóviles de Europa indicó esta semana que está sopesando si cierra plantas en Alemania por primera vez y pone fin a los acuerdos de seguridad laboral después de años de ignorar el exceso de capacidad y la caída de la competitividad.
La medida prepara el terreno para un enfrentamiento con poderosos sindicatos mientras la industria más importante del país lucha por su futuro.
“La situación actual de la marca Volkswagen nos afecta emocionalmente a todos, incluso a mí personalmente”, admitió Blume, un veterano de Volkswagen que empezó como aprendiz en la empresa en 1994. “Vengo de la región, he trabajado en el grupo durante 30 años y prometo aportar toda mi experiencia”.
El principal objetivo de Volkswagen es su marca de coches de pasajeros homónima, que no ha tenido buenos resultados y cuyos márgenes de beneficio se están reduciendo en medio de una transición vacilante hacia los vehículos eléctricos y una desaceleración del gasto de los consumidores. Los fabricantes de coches de Europa también están teniendo dificultades para competir con Tesla y los nuevos participantes de China.
Más de 20 mil trabajadores se unieron a la reunión de este miércoles 4 de septiembre en los enormes pasillos de la fábrica principal de Volkswagen en Wolfsburg y sus alrededores. Muchos levantaron carteles o corearon “nosotros somos Volkswagen, ustedes no”.
Los empleados recibieron el respaldo de Hubertus Heil, ministro de Trabajo alemán, que instó a los ejecutivos de la empresa a mantener abiertas las plantas, evitar los despidos y encontrar formas “sensatas” de avanzar en las negociaciones con los sindicatos.
“Alemania debe seguir siendo un país fuerte en el sector automovilístico”, declaró Heil a la emisora RTL/ntv
Daniela Cavallo, la principal representante de los empleados de Volkswagen y miembro del consejo de supervisión, afirmó en la misma reunión que luchará contra cualquier cierre de fábricas, y añadió que los trabajadores no deberían tener que sufrir por los errores de la junta directiva, que incluyen el pobre rendimiento de Volkswagen en Estados Unidos.
Aunque la marca Volkswagen todavía necesita conseguir 3 mil millones de euros en ahorros de costes para alcanzar la meta de su programa de eficiencia de 10 mil millones de euros acordado el año pasado, los gastos laborales representan solo una fracción de esa diferencia.
“Volkswagen no está en problemas por sus plantas alemanas y los costes de personal alemanes”, remarcó Cavallo, según un discurso preparado. “El problema de Volkswagen es que el consejo de administración no está haciendo su trabajo”.
Europa está en el centro de una desaceleración global en la transición a los vehículos eléctricos después de que una serie de países, entre ellos Alemania y Suecia, redujeron o eliminaron los incentivos. Con ventas de automóviles todavía casi un quinto por debajo de los niveles previos a la pandemia, fabricantes como VW, Stellantis y Renault están operando fábricas a niveles que los analistas consideran no rentables, según datos de Just Auto.
Volvo dio marcha atrás este miércoles 4 de septiembre en su impulso a la electrificación, abandonando un plan para vender solo autos totalmente eléctricos para fines de esta década en medio de una demanda decepcionante.
Volkswagen fabricó aproximadamente 9 millones de vehículos en 2023, en comparación con una capacidad total de 14 millones. Aumentar los retornos en la principal marca VW se ha vuelto más difícil con mayores costos logísticos, energéticos y laborales. El margen de la marca cayó al 2.3 por ciento durante el primer semestre, en comparación con 3.8 por ciento de hace un año.