Entrenúcleos es la zona de moda para comprarse una casa en el área metropolitana de Sevilla. Este nuevo barrio de Dos Hermanas es la gran zona de expansión donde se prevé que lleguen a vivir hasta 60.000 personas en los próximos años. Entre los residentes potenciales hay un grupo de parcelistas que compraron terrenos destinados para la construcción de viviendas unifamiliares independientes o agrupadas en la unidad de ejecución (UE2) del sector SEN1. Unas parcelas que pagaron a precio de oro para levantar sus viviendas y en las que a día de hoy no pueden construir; y si han edificado, carecen de un servicio básico como es el suministro de luz. Las fincas afectadas están en las calles Campanilla, Vainilla, Francisco Oliva o Hierbaluisa. Son unas 100 propiedades que en su día formaban parte de grandes bolsas de terreno que promotoras privadas reparcelaron, contando con el visto bueno del Ayuntamiento de Dos Hermanas y la Junta de Compensación que se encarga de la gestión urbanística de este megabarrio nazareno. Las familias que ahora están atrapadas en una maraña burocrática adquirieron parcelas en 2021 bajo la creencia de que estaban comprando un terreno donde podían edificar y disponer de los servicios básicos ligados a un suelo urbano. Todos ellos tienen en su poder las escrituras de un terreno calificado como urbanizable ordenado . Es decir, un suelo donde se puede construir. El siguiente paso fue solicitar una licencia de obra al Ayuntamiento, con el consiguiente pago de tasas. Es el caso de Juan Manuel Alijo o Carmen Priego. Ambos se han puesto en contacto con ABC, desesperados ante la falta de respuestas por parte del Consistorio. «Para obtener el permiso de obra, el Ayuntamiento nos pidió documentación que acreditara que la parcela iba a contar con todos los suministros básicos », detalla Carmen. En su poder tiene un informe favorable de la Junta de Compensación asegurando que a la finalización de las obras de edificación contaría con esos servicios; un informe que le sirvió para que el Consistorio diera luz verde a su obra. Como Juan Manuel, levantó su casa, pero cuando llegó el momento de solicitar los suministros a la compañía de luz, descubrió el entuerto. «Nos dicen que no tenemos red de baja tensión en la zona; que se necesita instalar un centro de transformación por cada manzana para que llegue la luz a nuestras casas». Fue entonces cuando supieron que el proyecto de reparcelación que había presentado la promotora para dividir los terrenos y que obtuvo la aprobación del Ayuntamiento en 2019 no reservó espacio alguno para la instalación de esos centros de transformación. «¿Cómo es posible que se apruebe un proyecto así sin tener en cuenta una necesidad tan básica como la red de baja tensión?», se lamenta Juan Manuel Alijo. Algunos de esos propietarios, que llevan dos años con sus casas ya construidas y pagando religiosamente el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), se han visto obligados a vivir con luz de obra arriesgándose a sanciones; hay otros que han optado por ocupar sus casas después de haber hecho una fuerte inversión económica. Las parcelas que compraron habían salido a la venta por precios que oscilan entre los 130.000 y los 200.000 euros. Un desembolso al que hay que sumar el proyecto de construcción. «Aunque nos pusiéramos de acuerdo los propietarios para poner el centro de transformación con el dinero de nuestros bolsillos, tampoco podríamos hacerlo porque no hay suelo reservado para instalarlo». Hay otros parcelistas que se enteraron de la rocambolesca situación administrativa en la que están sus terrenos y decidieron paralizar sus proyectos de construcción a la espera de que se resuelva la situación. Es el caso de Álvaro de Fuentes: «Hay un problema sobrevenido para los propietarios particulares que compramos parcelas individuales con todas las bendiciones y en las que se puede levantar una casa pero carecemos de luz. Es un auténtico contrasentido». Este aparejador había pedido al Ayuntamiento poder intervenir en el próximo pleno municipal pero no ha le han respondido. «Es muy difícil obtener respuesta por parte de este Consistorio». Ante la falta de soluciones, los vecinos se están organizando para unir fuerzas. El primer paso ha sido dar a conocer su problema porque quieren avisar a otras familias interesadas en comprar en la zona o que ya tengan la parcela y desconozcan el problema que se les viene encima. «Sabemos que hay otros propietarios que se van a dar de bruces cuando pidan el suministro de luz». Este viernes por la mañana tienen previsto concentrarse en la puerta del Ayuntamiento para conseguir que alguien les atienda. Los afectados señalan que hay «una clara» responsabilidad del Consistorio nazareno . «La promotora que nos vendió la parcela presentó un proyecto de parcelación sin tener en cuenta la ubicación de dicho centro de transformación, proyecto que aprobó el Ayuntamiento, dando vía libre a la promotora a vender parcelas individuales a distintos propietarios, que ahora nos vemos sin luz y sin posibilidad de conseguirla».
