Ansu Fati, una de las jóvenes promesas del fútbol mundial hace unos años que ha sufrido mucho por las lesiones, todavía tiene potencial para brillar, y su mentalidad lo ayudó y lo seguirá haciendo, gracias a su familia. Detrás de su éxito hay una historia que merece ser contada de esfuerzo, sacrificio y superación. Los padres de Ansu Fati han tenido un papel importante en su crecimiento personal y profesional, apoyándolo y motivándolo para alcanzar la cima del fútbol.
El padre de Ansu, Bori Fati, nació en Guinea-Bisáu, un pequeño país de África Occidental. Bori tenía esperanzas de un futuro mejor desde joven y, como muchos otros africanos, optó por emigrar a Europa en busca de oportunidades. Cuando llegó a Portugal, trató de iniciarse en el fútbol, pero la suerte no le acompañó. Después de intentar ser un jugador profesional, optó por intentar su suerte en España.
Bori se mudó a Marinaleda, un pueblo pequeño en la provincia de Sevilla, y allí empezó a trabajar en la agricultura y la construcción para subsistir con su familia. Su determinación y ética de trabajo fueron esenciales para sacar adelante a sus hijos. Bori nunca abandonó sus sueños y los transmitió a sus hijos, motivándolos a seguir sus pasiones, especialmente en el fútbol, a pesar de las dificultades económicas.
Bori notó el talento natural de Ansu para el fútbol desde niño y decidió mudarse a Herrera, también en Sevilla, donde empezó a destacar en equipos locales. Consciente del talento de su hijo, Bori buscó las mejores oportunidades para que Ansu pudiera desarrollar su talento, lo que finalmente llevó a la familia a trasladarse a Barcelona cuando Ansu fue fichado por La Masía, la prestigiosa academia del FC Barcelona.
La madre de Ansu, Lurdes Fati, también es de Guinea-Bisáu. Lurdes ha sido una figura importante en la vida de Ansu y sus hermanos, aunque no es tan conocida como Bori. Es descrita como una mujer fuerte y amorosa que ha sido el pilar de la familia, cuidando el hogar y brindando a sus hijos un entorno estable y cariñoso.
La familia ha sido muy ayudada por Lurdes, como muchas madres inmigrantes, a adaptarse a su nueva vida en España. Ha sido una fuente de apoyo incondicional para Ansu, asegurándose de que se mantuviera enfocado no solo en su carrera futbolística, sino también en sus estudios y su desarrollo personal. Lurdes siempre ha mantenido un fuerte vínculo con sus raíces africanas, transmitiendo a sus hijos los valores y la cultura de su tierra natal, a pesar de los desafíos que enfrentó al criar a sus hijos en un país extranjero.
Ansu, Bori y Lurdes no son los únicos miembros de la familia Fati. Ansu tiene varios hermanos, incluyendo a Braima, Djuco, Miguel, Angela y Djeny, quienes han demostrado interés y habilidades en el fútbol. En realidad, el hermano mayor, Braima, también ha pasado por La Masía y ha tenido experiencia jugando en equipos menores en España. La familia se ha mantenido unida a lo largo de los años, enfrentando los desafíos juntos y celebrando los logros de Ansu con humildad y orgullo.
La familia Fati cuenta una historia de sacrificio, perseverancia y resiliencia. La decisión de Bori y Lurdes de abandonar su hogar en Guinea-Bisáu y buscar un futuro mejor en Europa ha dado como resultado el éxito deportivo de Ansu, así como la formación de una familia unida y trabajadora. Ansu ha tenido mucho éxito gracias al apoyo y la guía de sus padres, quienes siempre han creído en él y lo han alentado a perseguir sus sueños más grandes.