La economía de Brasil, la mayor de América Latina, creció 1,4% en el segundo trimestre frente al anterior, y 3,3% en la comparación interanual, impulsada por el sector industrial, un mayor gasto de los hogares, y las inversiones.
Los datos, divulgados el martes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), muestran un repunte de la economía brasileña por encima de lo esperado por el mercado, tras resultados cercanos a cero en los dos últimos trimestres de 2023 y de 1,0% en el primero de 2024 en la comparación trimestral.
A nivel sectorial, la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre estuvo liderada por la industria, que creció 1,8% sobre el cuarto anterior, seguida por los servicios (1,0%). La agricultura se contrajo 2,3%, indicó el IBGE.
El crecimiento económico entre abril y junio superó las expectativas del mercado, que esperaba un expansión de 0,9% con relación al período enero-marzo, según el promedio de más de 70 estimaciones de consultoras e instituciones financieras sondeadas por el diario Valor Económico.
Los resultados son una buena noticia para el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien suele repetir que la economía brasileña experimentará un crecimiento superior al pronosticado por los expertos.
"Crecimiento que se suma al aumento de los empleos, el consumo de las familias y mejor calidad de vida", celebró Lula en la red Bluesky.
En declaraciones a periodistas, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, dijo que el Ejecutivo podría recalcular sus previsiones de crecimiento para este año, actualmente en 2,5%.
"PIB robusto", escribió el economista André Perfeito, señalando que las inversiones impulsarán aún más el crecimiento brasileño.
Según el experto, el resultado llevará al mercado a revisar sus las previsiones de crecimiento para este año, hasta 3%.
"Con el fin del protagonismo de la agropecuaria, la industria se destacó este trimestre, en especial la electricidad y el gas, agua, saneamiento, gestión de residuos y construcción", dijo por su parte la analista del IBGE Rebeca Palis.
También contribuyeron al crecimiento el gasto de los hogares y del gobierno y las inversiones, incentivados por una reducción en las tasas de interés que llevó a mayor disponibilidad de crédito, según la analista.
La tasa de desempleo en Brasil retrocedió hasta 6,8% en el trimestre móvil de mayo a julio, una reducción de 1,1 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2023 (7,9%).
La inflación repuntó a 0,38% en julio y alcanzó 4,50% en 12 meses, según datos del IBGE.
Por otro lado, el sector agrícola, en el que Brasil es potencia mundial, "ha presentado una gran volatilidad en los últimos trimestres, tal vez resultante de un ambiente climático más desafiante", dijo Perfeito.
En mayo, las peores inundaciones en la historia del sur de Brasil golpearon el pujante estado agropecuario de Rio Grande do Sul, una de las mayores economías del país, que representa cerca de 6,5% del PIB brasileño.