El Consejo de Gobierno ha acordado inscribir, a instancias de la Consejería de Cultura y Deporte, como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Monumento en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) , el mausoleo de la vizcondesa de Termens en Cabra . Este monumento, de carácter funerario, es una de las obras más representativas de Mariano Benlliure (1862-1947), uno de los grandes maestros de la escultura del realismo español. El mausoleo, que entra a formar parte del Catálogo General bajo la máxima figura de protección, consta en la actualidad de dos elementos separados, como son el antiguo panteón, que se localiza en el cementerio municipal de San José, y la capilla funeraria de la Fundación Termens , donde se aloja el grueso de las piezas escultóricas de Benlliure. Ambos conforman un conjunto de gran relevancia histórica, artística y cultural, siendo testimonio de la historia de la localidad egabrense. En su origen, el monumento, encargado en 1908 por la vizcondesa de Termens, Carmen Giménez Flores, constaba de un pequeño panteón, ubicado en el cementerio municipal, y frente a él se situaba un grupo escultórico compuesto por tres sepulcros, del que emergía la alegoría del alma de la difunta. Dentro del mausoleo se disponía un altar de mármol en el que se representaba a la Virgen del Carmen y su exterior se ornamentaba mediante distintos relieves de bronce. Entre estos elementos destacaba una serie que representaba la Obras de Misericordia, las Puertas de los Ángeles, el relieve de la Anunciación y dos medallones que representaban a los hermanos de la vizcondesa. Según la Junta de Andalucía, de este nuevo BIC cabe destacar el «complejo programa iconográfico desplegado en el conjunto arquitectónico y escultórico original». El concepto que establece la estructura simbólica de este mausoleo, según el historiador de arte Lara Arrebola, es la representación del tránsito de las almas de la vizcondesa de Termens y sus progenitores de la Iglesia Militante a la Iglesia Triunfante. En el interior se simbolizaron las virtudes y los méritos que adornaron a los difuntos, mientras que en el exterior se representó el Segundo Paraíso y la Casa de Cristo. El proyecto creativo y la metodología técnica seguida por Marino Benlliure constituyen un ejemplo representativo de la escultura de finales del siglo XIX. En la etapa en la que acepta el encargo introduce las novedades temáticas que entonces pone de moda el Art Nouveau , combinada con su maestría en relieves menudos, florales y ondulante. Destaca el Gobierno andaluz que en este sentido, en el altar de la Virgen del Carmen elaborado para el conjunto de la Vizcondesa, se puede apreciar cómo el artista se aparta de la iconografía religiosa propia de la imaginería tradicional, utilizada repetidamente por él, para crear una representación extraordinaria de clara influencia modernista.