Es una de las formas de entretenimiento más populares de los casinos y sitios de apuestas en línea. Las máquinas tragamonedas son una versión especial de las máquinas recreativas, con algunas diferencias como la posibilidad de ganar grandes premios. En este artículo vamos a analizar algunos de los grandes mitos que existen sobre este tipo de máquinas, revelando sus misterios.
Antes de poner alguna moneda o billete real en una tragamonedas es importante entender su funcionamiento. Si bien en los últimos años han tenido grandes cambios tecnológicos, siguen estando regidas por un generador de números aleatorios o (RNG por las siglas en inglés de Random Number Generator). Este algoritmo que genera un número aleatorio en cada tirada es lo que asegura que cada giro sea absolutamente único. Aquí no importa mucho si la máquina ha emitido algún premio recientemente. No hay forma de predecir cuándo una máquina pagará el premio. Sitios como AskGamblers recopilan el largo historial de técnicas de hackeo, mitos y fraudes que usaron algunos estafadores de tragamonedas a lo largo de la historia para obtener los mejores premios. Desde métodos como el de las monedas falsas, pasando por la "moneda yoyo", hasta técnicas más sofisticadas con teléfonos móviles. La creatividad por parte de los estafadores significó el desarrollo de nuevas barreras tecnológicas para evitar este tipo de engaños. Está claro que los avances tecnológicos de los últimos años hicieron que todas estas maniobras más rudimentarias sean inaplicables en el mundo actual.
Aún así, algunos de los estafadores más famosos del siglo XX usaron distintos tipos de artilugios para tratar de hackear a estas máquinas, en especial cuando eran sistemas mecánicos y no electrónicos. Algunas veces se usaban imanes, mientras que otras directamente buscaban violentar la seguridad de las máquinas para obtener mayores premios.
Pero en la actualidad, las máquinas son sistemas electrónicos similares a un ordenador, por lo que cuentan con varios sistemas de seguridad que los hacen inviolables. A esto se suma que en los últimos meses, algunos sitios incorporaron sistemas que usan inteligencia artificial para detectar comportamientos extraños de los usuarios que quieran hackear el sistema.
Como vemos, a lo largo de la historia la mente humana ha sido capaz de desarrollar distintos tipos de trampas y artilugios con el fin de lograr que las tragamonedas entreguen el premio mayor. Esto se debe a que originalmente se trataban de complejos dispositivos mecánicos, casi una pieza de relojería suiza, en donde todo el mecanismo debía premiar solo de forma aleatoria y en el momento justo. Es por eso que en la década de los 60 era bastante común que algunos estafadores usaran imanes para buscar que los carretes giraran a su conveniencia y que se detuvieran en las combinaciones ganadoras.
Pero está claro que con la llegada de los distintos dispositivos electrónicos, y en la actualidad, gracias a los sistemas informáticos, este tipo de hackeo de una tragamonedas se volvió imposible de replicar.
Sin embargo los intentos por lograr hacer trampa en las tragamonedas nunca cesaron. En la actualidad, algunas personas creen que filmando el giro de los carretes de las tragamonedas con teléfonos celulares se pueden detectar patrones o fallos en el algoritmo que permite deducir en qué momento entregará dinero. Si bien se trata de una técnica muy compleja, demuestra la persistencia de estos jugadores que buscan una debilidad del sistema.
Aún así, la historia demuestra que algunos lograron su objetivo de robar a las tragamonedas. Dennis Nikrasch, un ex cerrajero de Las Vegas, lideró un equipo que logró cambiar los chips de las tragamonedas por otros manipulados, alterando los botes para que pagaran más de lo debido. Nikrasch y su equipo robaron más de 15 millones de dólares antes de ser capturados, en lo que se considera uno de los robos más grandes de la historia.
Un caso destacado es el de Ronald Dale Harris, un informático que se aprovechó de su posición privilegiada dentro del casino para hackear las tragamonedas. Dale Harris era miembro del Comité que debía controlar el funcionamiento de las tragamonedas y tenía acceso a su interior. Fue así que colocó un chip que hacía que las máquinas entreguen los mejores premios después de una secuencia específica de monedas. Pero fue encarcelado y actualmente figura en la lista negra de los casinos en Las Vegas, prohibiéndole la entrada a los mismos de por vida.
Las tragamonedas actuales son pequeños ordenadores que usan lo último en tecnología para prevenir este tipo de fraudes. Grandes equipos de IT de todas partes del mundo colaboran para que justamente sean inviolables. Es importante destacar que las tragamonedas también siguen siendo máquinas y nadie está seguro de que algún experto logre detectar una falla ya sea en su software como en su hardware. Pero sin dudas, habla un poco de la creatividad de algunos delincuentes para lograr sus objetivos. Sin dudas, los métodos tradicionales están hoy obsoletos.
Las tragamonedas son una forma de entretenimiento, en donde se deben establecer límites de tiempo y dinero para evitar problemas. Estas máquinas están diseñadas para ser impredecibles y es por eso que no existe forma de garantizar ningún tipo de ganancia con las mismas. En Perú, toda la regulación sobre las tragamonedas y el juego responsable está bajo la órbita de la Mincetur. Estas normas incluyen la implementación de mecanismos que impidan el acceso de menores de edad a cualquier tipo de juego de azar, y la promoción de la integridad y colaboración en la lucha contra el juego ilegal. Además, se integran prácticas óptimas de Juego Responsable dentro de todas las operaciones, con reglas claras que aseguren el cumplimiento de la normativa vigente, protegiendo así los intereses de los jugadores y los grupos vulnerables. Después de todo, lo único que se busca es que las tragamonedas sean una experiencia divertida y segura, sin comprometer tu bienestar financiero.