La cantidad de sucursales bancarias en Costa Rica se redujo 14% en los últimos cuatro años, periodo en el cual el sistema financiero enfrentó la pandemia de la covid-19 y aceleró la transformación digital de sus servicios.
Así lo determinó un análisis de datos hecho por La Nación, basado en la información de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) sobre la cantidad de sucursales que tienen los bancos en el país. Para el BAC se utilizaron sus informes anuales y cifras suministradas por la entidad para 2023 y 2024.
Las entidades atribuyen estos ajustes a las tendencias del mercado financiero, principalmente relacionadas con la migración hacia canales digitales por parte de los usuarios y un menor tránsito de clientes en sus oficinas.
Al cierre de 2019, en el país había 750 sucursales bancarias, de las cuales 175 pertenecían al Banco de Costa Rica (BCR) y 162 al Banco Nacional. Les seguía el BAC, con 108, y el Banco Popular, con 103. Estas cuatro entidades financieras son las más relevantes de Costa Rica, ya que son consideradas sistémicas por la Sugef.
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Para finales de 2023, la cifra de sucursales en Costa Rica descendió a 644 oficinas, una reducción de 106. El año pasado, las cuatro entidades sistémicas lideraban, aunque en diferente orden: Banco Nacional (153); BCR (152); Banco Popular (99); BAC (84).
Esta tendencia a la baja continúa en lo que va de 2024. De acuerdo con los datos de Sugef, con corte a julio, el país tenía 636 sucursales bancarias, ocho menos que a finales del año pasado. De esas ocho, seis fueron cierres ejecutados por el BCR.
La tendencia dista de ser un fenómeno únicamente local. Un artículo del World Economic Forum (WEF) sobre el futuro de la banca señaló que gran parte del front-end (servicios a los clientes) de la banca ahora está autogestionado por medio de aplicaciones.
El cambio ocurrió en múltiples oleadas. Los bancos tuvieron poco respiro entre episodios de transformación ya que los ajustes digitales generaron un cambio en el comportamiento de los clientes, según menciona el artículo del WEF.
A pesar de los cierres en este lapso, el empleo en la banca costarricense se mantiene relativamente estable. En el 2019 la cifra era de 18.569 (sin incluir a BAC) y al cierre de 2023 fue de 18.723 personas, es decir, 154 más que antes de pandemia, según datos de Sugef.
El análisis realizado con base en los datos de la Superintendencia muestra que los 106 cierres ejecutados entre 2019 y 2023 están concentrados en cuatro entidades bancarias, responsables del 71,7% de las clausuras realizadas en este periodo. El 28,3% restante está distribuido entre siete bancos.
El BAC realizó 24 cierres, seguido de los 23 del BCR. Scotiabank ejecutó 16 clausuras y Promerica, 13. En total, estas cuatro entidades financieras realizaron 76 clausuras en los últimos cuatro años y los otros siete bancos hicieron 30.
Laura Moreno, vicepresidente de Relaciones Corporativas del BAC, dijo que la pandemia aceleró el proceso de digitalización y autoservicio en prácticamente todas las industrias, y la banca no fue la excepción. En el caso del banco, lograron migrar una gran cantidad de transacciones que se hacían en los canales físicos a espacios digitales.
Según Moreno, la disminución de transacciones físicas hacia la virtual hace que el flujo de clientes sea menor. Ante esto, para seleccionar las sucursales que han cerrado, toman en cuenta la cercanía con otras oficinas y la disponibilidad de otros canales donde sus clientes puedan realizar sus transacciones monetarias en efectivo (cajeros y RapiBAC).
Por su parte, el BCR explicó que los procesos de optimización de oficinas corresponden al plan estratégico de la entidad, analizado a la luz de las nuevas tendencias del mercado financiero. Las oficinas cerradas se seleccionaron tras analizar la proximidad en relación con otros puntos de atención, la migración hacia canales digitales y el tránsito de clientes.
Ernesto Leal, gerente general de Banco Promerica, argumentó que la entidad está enfocada en entender cómo sus clientes prefieren usar sus servicios. Añadió que no van a dejar áreas desatendidas y reconoció que la presencia física de sucursales está cambiando significativamente.
Adrián Salazar Morales, subgerente general Comercial del Banco Nacional, la entidad financiera más grande de Costa Rica, explicó que, como estrategia para ofrecer servicios bancarios más allá de una sucursal física, han fortalecido las opciones de servicios en línea y ofrecen una red de canales alternos como los BN Servicios.
El BN, que cerró nueve sucursales en este lapso, se mantiene como la entidad con la mayor cantidad de oficinas en el país, según los datos de Sugef. “Tenemos la estrategia de ofrecer puntos cercanos que nos permitan, por ejemplo, que una sucursal esté cerca de otra o de algún BN Servicios, para garantizar la cobertura adecuada a los clientes”, comentó.
Los datos de Sugef comprenden oficinas centrales, direcciones regionales, sucursales, agencias, cajas auxiliares, oficinas y extensiones de cajas. Para el caso particular del BAC, cuyos datos no aparecen registrados en Sugef, solamente se incluyó las sucursales y cajas auxiliares.
Banqueros consultados por La Nación mencionaron que las sucursales bancarias están orientadas a convertirse en centros de negocios, más que en oficinas convencionales para hacer trámites como se hacen hoy en día, pues la mayoría de estos se realizan en plataformas digitales.
En una entrevista en junio pasado, Arturo Giacomin, presidente ejecutivo de Banco Davivienda en Costa Rica, manifestó que como banqueros deben medir la cobertura que están teniendo en las diferentes ubicaciones y que, con la evolución de la tecnología, esto implica no tener una cobertura tan amplia como antes.
Giacomin señaló que a nivel mundial las sucursales bancarias han venido experimentando un cambio hacia un centro de negocios, en lugar de una oficina de servicio. Añadió que no han aumentado la cifra de sucursales en bastante tiempo, debido a la gran penetración que tienen en sus canales digitales.
“Nosotros vislumbramos que, paulatinamente, cada vez los porcentajes de transacción digital serán aún mayores. Si uno vislumbra eso a futuro, posiblemente no necesite tantas sucursales. Con las que hoy tenemos estamos perfectamente balanceados”, comentó Giacomin.
El gerente de Promerica también reconoció que las sucursales físicas han cambiado, pues ahora son más un centro de negocios. De igual manera, resaltó que son una manera de presencia y cercanía para que sus clientes sientan confianza en la entidad.
Ed Sánchez, gerente general de Citi Costa Rica, comentó que las generaciones anteriores tenían arraigado culturalmente el visitar las sucursales físicas; sin embargo, considera que poco a poco el mercado se desarrollará cada vez más hacia la digitalización y la reducción del uso de efectivo.
En relación con la cobertura de los cajeros automáticos, la cifra total se mantuvo relativamente estable en los últimos tres años, pero sí experimentó una reducción respecto a la cantidad de terminales instaladas en 2019, antes de la pandemia.
De acuerdo con la Memoria Anual del Banco Central de Costa Rica (BCCR), al cierre del año pasado había 2.636 cajeros en todo el territorio, es decir, 173 menos que las 2.809 terminales que estaban distribuidas en el país hacia finales de 2019.
La cantidad de retiros de efectivo en cajeros automáticos mantiene una tendencia a la baja desde 2019. En total, se procesaron 104,7 millones de operaciones por un valor de ¢7.369.000 millones, en las 2.636 terminales disponibles.
La cantidad de operaciones efectuadas en cajeros automáticos empezó a decrecer debido al uso más intensivo de las tarjetas para efectuar pagos en los comercios y no únicamente para obtener efectivo, según el BCCR. Durante 2023 se efectuó menos de un retiro al mes.