El Partido Popular ha vuelto de vacaciones y se encuentra con que Pedro Sánchez de repente es de ultraderecha. Y ahora qué hacemos, deben de estar pensando. Una duda hamletiana recorre Génova: decimos que Sánchez es un poco Vox o aceptamos que nosotros también lo somos. Ésa es la única cuestión importante. No hace falta ser adivino para saber qué camino escogerá la oposición. Siempre lo contrario de lo que defienda Vox. Pueden vivir cómodamente compartiendo posiciones con el PSOE, pero jamás podrían tolerar encontrarse en el camino con el partido de Abascal. Ésta ha sido la t ...