El presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo en su último informe de Gobierno en el Zócalo de la Ciudad de México este domingo, cerrando así un ciclo de su mandato como el primer presidente de izquierda en el país. En su administración, llevó a cabo varios megaproyectos prioritarios, como aeropuertos, trenes y otras grandes obras, e impulsó reformas constitucionales.
Antes de despedirse del Gobierno, López Obrador envió un paquete de 20 reformas constitucionales al Congreso de la Unión a principios de este año. No obstante, será apenas a partir de este 1 de septiembre que dichas iniciativas sean discutidas en el Pleno de la Cámara de Diputados y en el Senado de la República.
Tras las elecciones de junio de 2024, donde Claudia Sheinbaum resultó ser la presidenta electa, el partido gobernante Morena obtuvo votos suficientes para tener la supermayoría de representación en la Cámara de Diputados, mientras que en el Senado está a pocos escaños de tener ese poder.
Septiembre, este mes que inicia, será un mes inédito en la historia. Esta es la primera vez que el partido gobernante (en esta ocasión, Morena) tiene una mayoría calificada en las dos cámaras del Congreso, algo que no ocurría desde los tiempos del expresidente Miguel de la Madrid, cuando el PRI gobernaba, destacó el columnista Enrique Quintana, quien es vicepresidente y director general editorial de El Financiero.
Con Morena sosteniendo la mayoría en ambas Cámaras, el partido en el poder podrá realizar reformas constitucionales sin tener que negociar con la Oposición, algo que los mismos partidos ya han señalado.
A partir de septiembre, las cámaras renovadas y con supermayoría de Morena y sus aliados, legisladores del Congreso podrán pasar la reforma al Poder Judicial, la cual traerá cambios radicales a la estructura misma del Estado mexicano, puntualiza el columnista Quintana.
Es probable que durante el mes de septiembre, antes de que la presidenta electa Claudia Sheinbaum tome posesión el 1 de octubre, las y los legisladores tengan tiempo de aprobar el reconocimiento a los pueblos originarios y el paso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con lo que este cuerpo de seguridad civil quedará bajo mando militar.
“El actual presidente de Morena y futuro Secretario de Educación, Mario Delgado, fue muy preciso cuando dijo que la reforma judicial es un regalo que quieren darle al presidente López Obrador antes de que deje su cargo”, recordó Quintana en su texto de este fin de semana.
Claudia Sheinbaum, la presidenta electa por la población en las pasadas elecciones de junio, arrancó su campaña y su precampaña afirmando que ella dará continuidad al Gobierno de López Obrador, terminará los megaproyectos como el Tren Maya y el Tren Interoceánico, consolidará los programas sociales propuestos por el presidente saliente y en general toda su administración será la segunda parte de lo que AMLO llamó “Cuarta Transformación”.
El lema de Sheinbaum ha sido que su Gobierno es “el segundo piso de la transformación”, lo cual ha sostenido en conferencias luego de ser elegida.
Este mes de septiembre, justo antes de que Sheinbaum asuma el poder, los legisladores irán aprobando las últimas reformas de AMLO, las cuales supondrán una refundación de las estructuras fundamentales del Estado mexicano como lo conocemos.
Quintana considera que no hay un horizonte en el que parezca que haya una fuerza política opositora que pueda “destronar” a Morena en las elecciones de 2030. Por ello, estas reformas podrán durar por lo menos 12 años más. Y es probable que incluso pudiera ser más tiempo.
Durante septiembre, “todas las reformas serán ese paquete de regalos que AMLO no se esperaba”, destacó.
Con información de Enrique Quintana.
