Recién egresado de la carrera de Administración y Dirección de Empresas (ADE), Albert Espinós emprendió en 2016 un viaje al sudeste asiático (Tailanda, Laos y Camboya) en unas merecidas vacaciones tras trabajar un año en la empresa Crowdcube, especializada en ayudar a buscar financiación a los emprendedores. La idea de crear Tropicfeel surgió en aquella reveladora aventura por la necesidad de un calzado todoterreno cómodo que sirviera tanto para cruzar un río como para ir a cenar a un restaurante sin tener que cargar con varios pares en la mochila para cada ocasión. Siete años después y con una pandemia de por medio, la firma barcelonesa ha facturado 27 millones de euros en el pasado ejercicio y prevé crecer a doble dígito en 2024. El mercado está repleto de marcas de calzado y ropa deportiva para cada una de las especialidades, pero Espinós se dio cuenta en aquel viaje de la ausencia de un todo en uno, un calzado comodín para las aventuras por el mundo y que también sirviera para vestir por la ciudad . Al regresar, dejó su empleo, visitó industrias de calzado en Elche para aprender, contactó con diseñadores y lanzó sus primeras producciones que vendía en tenderetes de diseño tropical por la Costa Brava. La fórmula prueba-error y el «feedback» o retroalimentación a partir del contacto con los usuarios sirvió para mejorar como preámbulo de la primera campaña en Kickstarter de «crowdfunding» o financiación colectiva. En sólo 51 días consiguió más de 2,1 millones de euros en preventas de su producto , convirtiéndose en el proyecto español que más dinero había recaudado en esa plataforma y el primero mundial en calzado. De esta manera, el proyecto de Espinós se convirtió en una realidad al tener que entregar más de 35.000 pares de zapatillas en 140 países. Desde entonces, ha logrado 7 millones de euros a través de esa plataforma de financiación colectiva antes de realizar tres ampliaciones de capital de 8 millones. Abarcar tanto mundo como marca de venta exclusivamente digital disparaba los costes de logística y decidió focalizarse en los actuales 64 países, entre los que destaca Estados Unidos, donde vende el 20% de su facturación, seguido de Alemania y Reino Unido, donde factura «mucho más que en España», afirma . De ahí que Espinós planee abrir tiendas en Londres y Berlín, además de la próxima apertura en Madrid en la zona de Goya y en Barcelona, en Rambla Cataluña, que se unirán a las existentes ahora en El Corte Inglés y establecimientos multimarca. Hasta el año pasado, la marca ha vendido más de 351.000 productos con una facturación distribuida el 47% de las ventas de calzado, un 43% de mochilas y accesorios, y el 10% restante de la venta de ropa . Fabrican en Vietnam, China y Portugal y en sus planes de crecimiento abrirá siete tiendas más en dos años, además de ampliar su plantilla de los 45 actuales hasta 70 empleados a finales de 2024. Tan rápido crecimiento se ve ahora impulsado al ser el calzado oficial de la organización de la 37 edición de la Copa América que se disputa en Barcelona, así como el calzado que usa el equipo defensor del título, Emirates Tean New Zealand. Alberto Espinós comenta que «una conjunción astral hizo posible que Mark Dalton, el hijo de Grant Dalton, CEO del equipo neozelandés, usara nuestras zapatillas y le regalara a su padre un par. Nos contactaron porque les gustó y el hecho de que seamos de Barcelona y apostemos por la sostenibilidad les interesó aún más, hasta el punto de que hemos licenciado la marca Tropicfeel con una colección de seis modelos de calzado en colaboración con la Copa América». Nacer a partir del apoyo de miles de personas en todo el mundo ha posibilitado la creación de una comunidad de seguidores estable a los que Tropicfeel provee de contenidos inspiracionales a partir deviajes de aventuras respetuosos con el medio ambiente. Fabricar zapatillas, mochilas, bolsos y ropa con material reciclado y recuperado de los mares, como redes de pesca, plásticos y velas de embarcaciones, además de apostar por ecosistemas en peligro en sus campañas en redes sociales, como la próxima en apoyo de los «rangers» que protegen a los gorilas en África , constituyen otras misiones que Espinós se ha propuesto como legado más allá de hacer productos que ayudan a viajar de forma más ligera y cómoda.