Las migraciones generadas por las crisis en países en conflicto son un problema que aqueja a la buena parte de los países del mundo: a esto se refirió el Papa Francisco Bergoglio en su audiencia general de este miércoles llevada a cabo en el Vaticano.
Ante cientos de fieles, el Sumo Pontífice habló sobre la difícil situación de los migrantes que se ven obligados a realizar peligrosos viajes por mar y desierto, a menudo huyendo de guerras, pobreza y desesperación.
Tras esto, fue terminante con los distintos gobiernos del mundo que rechazan a los migrantes y calificó como un "grave pecado" el rechazo sistemático que sufren estos sufren y la falta de políticas públicas para cuidar a estos individuos.
"Hay que decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente y con todos los medios para repeler a los migrantes y esto, cuando se hace a conciencia y con responsabilidad, es un grave pecado", manifestó terminante.
El referente argentino de la Iglesia Católica criticó en esta línea las leyes restrictivas, la militarización de las fronteras y la "cultura de la indiferencia" que genera que los migrantes tengan malas condiciones de vida e incluso fallezcan en sus travesías en busca de mejores destinos.
Aunque habló sobre el Mar Mediterráneo, también hizo énfasis en los muchos "mares y desiertos" que se convierten en "cementerios": "Algunas de estas rutas las conocemos mejor, porque suelen estar bajo los reflectores y otras, la mayoría, son poco conocidas, pero no por ello menos transitadas", consideró.
Frente a esto, el Papa pidió "vías de acceso seguras y regulares" para los migrantes, así como refugio y protección para aquellos que huyen del peligro. Instó a una "gobernanza mundial de la migración" basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad para abordar esta crisis.
Finalmente, aseveró que Dios "no permanece a distancia", sino que acompaña a las personas en el camino hacia la libertad y que "comparte el drama de los migrantes, está allí con ellos, sufre con ellos, llora y espera con ellos".
Tras sus críticas, el Papa Francisco propuso varias soluciones para abordar la crisis migratoria. En lugar de leyes más restrictivas y la militarización de las fronteras, que considera contraproducentes, cree que se podrían:
El Papa también criticó la "cultura de la indiferencia y el descarte" que lleva a la gente a ignorar el sufrimiento de los migrantes. Él cree que es un "pecado grave" rechazar sistemáticamente a los migrantes y que la sociedad tiene la responsabilidad de ayudarlos.
Finalmente, en su audiencia de este martes, el Papa elogió a las organizaciones sin fines de lucro como como Mediterranea Saving Humans que trabajan para rescatar y ayudar a los migrantes.
