El Gobierno sostiene que no se enamoró del cepo, pero parece cómodo con él. Tras una presentación ante inversores del vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, que dio señales sobre cuándo puede converger la base monetaria con la base monetaria amplia, el mercado estimó que se postergará aún más el levantamiento de las restricciones.
En una presentación titulada "El programa argentino de estabilización: pasando de la demolición controlada a la reconstrucción económica", el funcionario publicó un gráfico en el que la base monetaria recién llegaría al techo fijado de $ 47,7 billones en 2027.
Pero este jueves modificó la imagen y le borró la proyección hasta diciembre de 2026, que el mercado había estimado como el momento en el cual se levantarían las restricciones.
Según informaron desde el BCRA a El Cronista, la flecha ascendente del gráfico publicado solamente indica que esperan un sendero hacia arriba de la base monetaria, es decir, una remonetización de la economía. "El gráfico no pretende poner fechas", aclararon.
Esa cifra es una de las condiciones estipuladas por el presidente Javier Milei para salir del cepo: "¿Cuál es la ansiedad? ¿Sacar el cepo, es decir, la fase 3? Bueno, ¿eso cuándo va a ocurrir? Cuando hayamos cortado definitivamente con la emisión monetaria, eso va a ocurrir cuando la base monetaria -en el formato convencional- termine de igualarse a la base monetaria amplia; que quiere decir que todo el sobrante de dinero se eliminó".
El último dato oficial, al 23 de agosto, indica que la base monetaria está en $ 21,9 billones, por lo que aún está lejos de alcanzarse esa condición.
Pero el mercado no lo tomó así. "El levantamiento del cepo se demora por la proyección de cuánto va a tardar en remonetizarse la economía. El Gobierno espera que vuelva a incrementarse la cantidad de dinero, por el incremento de la demanda de crédito, ya sea para inversión o consumo, y por una demanda de dinero transaccional vinculada a un mayor nivel de actividad económica. Ese es un proceso que no se da de un día para el otro", aseguró Juan Manuel Telechea, economista y autor del libro "¡Inflación! ¿Por qué Argentina no se la puede sacar de encima?".
Tras la migración de los pasivos remunerados del Central al Tesoro y la fijación de la base monetaria amplia en $ 47,7 billones, el Gobierno sostiene que no hay más impulsores residuales de la oferta de pesos, lo que contribuye al colapso de la inflación. Además, espera que la recuperación de la demanda de dinero sea a través de créditos al sector privado, que reactivarían la actividad económica.
"El mecanismo sería que los bancos le vendan los $ 9,3 billones que tienen en su activo al BCRA (que emitirá pesos a cambio) y, a su vez, que el Tesoro desarme los $ 16 billones que tiene en su cuenta corriente en el BCRA. De esa manera, la base, que hoy está en $ 22 billones, llegaría a una cifra cercana a los $ 47 billones de límite nominal establecido", explicó Emiliano Anselmi, economista jefe de PPI.
La remonetización es "virtuosa" para el Gobierno si la demanda de dinero proviene del sector privado. Si esos pesos los demanda el exportador, la brecha cambiaria eventualmente hasta podría caer. Ante ese escenario, el Gobierno permitirá que continúe subiendo la base monetaria, hasta llegar al 9,1% del PIB al 30 de abril, es decir hasta los $ 47,7 billones.
Recién en ese momento, levantaría el cepo. Eso, siempre y cuando, no agregue nuevas condiciones o las modifique sobre la marcha.