Miguel Luque inauguró la natación española con una gran medalla de bronce en la categoría de 50 metros braza, la segunda para la delegación española en lo que va de París 2024 . Fue necesario congelar la imagen final, ya que el catalán tuvo un duro pulso con el coreano Giseong Jo para subirse al podio. Finalmente, hubo premio y Luque se impuso al asiático por solo dos décimas. El otro español que participaba en la prueba, Vicente Gil , finalizó en sexta posición mientras que el japonés Suzuki y el italiano Mourelle firmaron el oro y la plata respectivamente. Además, aproximadamente una hora después, el valenciano Enrique Alhambra emuló a su compañero y consiguió un nuevo bronce en la prueba de los 100 metros mariposa tras una remontada extraordinaria. Luque no ha fallado en su prueba fetiche, esa en la que lleva subiéndose al podio desde hace 24 años. Fue oro en Sídney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008, mientras que se hizo con la plata en Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020. Ahora, a sus 47 años, suma su séptimo mordisco en unos Juegos Paralímpicos. Además del nadador, todos los ojos estaban pendientes en la exuberante La Défense de Teresa Perales , la mayor campeona paralímpica de la historia de España y de la historia, 27 medallas nada menos. La zaragozana, tras muchos problemas físicos a causa de una luxación, tuvo que competir con un solo brazo en la categoría de los 100 metros espalda. Hizo una meritoria quinta posición, mostró una amplia sonrisa a los medios españoles mientras que aseguró que continuará buscando igualar el récord de las 28 medallas de Michael Phelps , lo que la pondría a la altura del mito. Aún le queda tiempo para conseguirlo en París 2024. El sábado tendrá una nueva opción.