La reforma al Poder Judicial tiene un nuevo ‘defensor’... más o menos: Ricardo Anaya, excandidato a la Presidencia de México, admitió que el sistema de impartición de justicia en nuestro país sí necesita cambios estructurales debido a que hay “jueces de consigna” que reciben órdenes.
“Tuve que estar fuera del país porque tenía clarísimo que en un asunto que no tenía ni pies ni cabeza, se lo iban a turnar a un juez de consigna, y un juez de consigna te deja dos años ‘en el bote’ en lo que averiguan”, dijo en declaraciones a medios.
Ricardo Anaya se refería al caso que la Fiscalía General de la República (FGR) abrió en su contra por el caso Odebrecht. La dependencia dirigida por Alejandro Gertz Manero acusó al expresidente del Partido Acción Nacional de recibir un pago de 6.8 millones de pesos para aprobar la reforma energética impulsada por el expresidente Enrique Peña Nieto.
Anaya asistió a las audiencias sobre el caso de manera virtual, pues se autoexilió en Estados Unidos ante lo que calificó como una persecución política ordenada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A pesar de ese caso en su contra, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló la candidatura del expresidente del PAN a un escaño plurinominal en el Senado, esto después de que Morena impugnó su inclusión al asegurar que Ricardo Anaya era prófugo de la justicia.
Janine Otálora Malassis, magistrada ponente del caso, consideró que Morena no acreditó la existencia de una orden de captura y que Anaya haya ‘escapado’ para no enfrentar un proceso penal en México
“Sí tenemos un problema de justicia en el país. Sí se necesita una reforma judicial. Yo no coincido con los que quieren defender el status quo, con los que no quieren cambiar nada”, afirmó.