Aunque muchos
accidentes de motocicleta pueden atribuirse a la mala conducción, las malas condiciones climatológicas o incluso de la vía, también a fallos fortuitos del propio usuario o el resto de conductores en la carretera, hay veces en que la culpa recae realmente en la motocicleta.
Las piezas pueden fallar, y los fabricantes no siempre son lo suficientemente rápidos a la hora de detectar e incluso reconocer posibles problemas de diseño antes de proceder a la retirada masiva de sus productos del mercado.
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