Los sondeos de opinión política que se realizan en Argentina vienen señalando pocas variaciones en lo que corresponde a la medición de la imagen de los principales dirigentes y, en cambio, comienzan a indagar sobre puntos más profundos que sirvan para explicar el escenario.
La consultora Proyección dio a conocer su "monitor nacional" del último mes, en el que no escapa a la ponderación de la imagen, por ejemplo, del presidente Javier Milei, de su compañera de fórmula y de una docena de líderes políticos.
Esos resultados coinciden con los arrojados con la mayoría de los encuestadores: Milei retiene apoyo aunque no crece (+46,4/ -49,5) y Villarruel tiene mejor desempeño que el mandatario (+47,3/ -42,1). La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se ubica en tercer lugar (+44/ -50,3) y el primer opositor es el gobernador bonaerense Axel Kicillof (+39,5/ -53,1) en el ranking. El top cinco lo cierra Cristina Fernández de Kirchner (+37,9/ -56,7)
El dirigente con mayor imagen negativa y menos positiva es el radical Martín Lousteau, con 19,4% de aceptación y 60,1% de rechazo. Más allá de ese punto, el sondeo de proyección realiza dos preguntas que sirven para entender un poco más a fondo el panorama.
En primer término, indaga sobre la responsabilidad de la crisis actual. Con la posibilidad de hacer una selección múltiple, los encuestados apuntaron sus cañones contra los tres últimos presidentes, en particular, contra Alberto Fernández, que cosecha el 63% de señalamientos. Lo siguen Milei, que se acerca al 40% y Mauricio Macri, con 37,6%.
La lista de los "responsables" continua con los sindicatos (34,9) y los bancos (20,6). Las empresas "grandes" y las "multinacionales", juntas suman casi el 30%.
Además, Proyección indagó sobre el tiempo que los argentinos pretenden empeñar para ver mejoras en su vida cotidiana: un 22% dijo poder esperar más de un año, mientras que un 37% dijo que no está dispuesto a esperar nada. En la proyección de los últimos seis meses, es notable el descenso de la curva entre quienes daban al Gobierno seis meses de tolerancia, un desplome de casi diez puntos desde el 27,9% que lo declaraba en marzo al 18% actual.
Por último, si bien los argentinos han visto bajar a la inflación y la preocupación al respecto ha descendido, también comienza a crecer el miedo a perder el trabajo. El aumento de las tarifas también es un problema creciente: su percepción se ha duplicado desde marzo a la fecha.