He aquí mis primeras palabras: ¡Es Manuel Navarro Luna! ¡No os asombréis de nada!, pues hablo de un hombre cuya principal virtud fue la pasión, sumándose con ello a una sentencia martiana que siempre llevo conmigo: “…los apasionados son los primogénitos de la Humanidad…”.. Recordarlo hoy, o escribir sobre él algunos apuntes necesarios, hacen que mi letra venga acompañada por dictados que me nacen del alma, única forma de volver sobre un poeta que dejaba ver la poesía.
The post Manuel Navarro Luna: Apuntes para un surco encendido first appeared on Cubadebate.