El mundo empresario recibió de forma positiva el anuncio oficial que recorta 10 puntos el impuesto PAIS, aunque advierte que las expectativas por mostrar que esto implicará una baja interesante en los precios deberá ser "puesta en contexto".
Los industriales sostiene que una reducción del 17,5% al 7,5% "no debe implicar que los precios bajen si o si", y que no se debe esperar que a partir de la semana que viene -cuando arranca la reducción del PAIS- los precios en general se verán en un nivel muy similar al actual.
De hecho, y dependiendo de la incidencia del componente importado sobre un producto, en algunos segmentos afirman que los precios en todo caso podrán caer entre un 2% y un 5%, una diferencia que puede llegar a ser imperceptible.
Hoy la necesidad más urgente para el Gobierno es lo que pueda ocurrir con aquellos productos que más impacto tienen en la sociedad y el bolsillo. Por eso los supermercados se reunieron el martes pasado con el ministro de Economía, Luis Caputo, y la premisa fue clara: "La baja se tiene que notar".
¿Qué quiere decir esto? Que los empresarios deberán "hacer todo el esfuerzo posible" por lograr que la gente perciba que los precios siguen mostrando una tendencia a la baja.
"El impacto que tiene el impuesto PAIS sobre determinada mercadería es muy diverso porque afecta a lo importado. Hay productos, como el café, que directamente no hay de fabricación nacional, donde tal vez sí se pueda ver una baja algo más interesante, más allá de que estamos hablando de 10 puntos porcentuales sobre un tributo que representa una parte chica del costo total", afirmó a El Cronista uno de los industriales consultados.
Del mismo modo, explicó que, incluso, en algunos casos el componente importado que puede tener otro producto tal vez es pequeño, por lo que el impacto sobre el precio posiblemente ni se vea.
Siguiendo con el ejemplo de los supermercados, clave para el Gobierno, donde se podría ver una reducción más marcada en los precios -sin que esto impliquen esperar por bajas explosivas- es en los productos de marcas propias que comercian estos centros de venta y que tienen buena penetración en los consumidores.
En muchos casos son importados, aunque en este caso de forma directa por los supermercados, es decir que no pasan por las alimenticias. Al no haber un tercero de por medio, esto permite que los costos sean menores, al igual que el manejo de los precios de esos productos.
Hoy, la única variable sobre la que se paran los empresarios a la hora de analizar los movimientos de los precios es la inflación, que admiten que muestra hoy números más discretos de lo que se venían viendo meses atrás.
Sin embargo, también apuntan que es importante observar el desempeño de otras variables claves como la fuerte caída del consumo y el poder adquisitivo.
"Esto también termina siendo un factor que controla los precios porque nosotros, más allá de si precisamos o no realizar ajustes, lo que terminamos haciendo es acomodarnos a una realidad compleja como la de una economía estancada en términos de consumo, por lo que mover demasiado los precios es una locura", sostuvo el industrial.
Desde ya, la baja que se espera que ocurra en los productos importados alcanza a todos los rubros, pero lo que se busca con este primer movimiento es dar una señal positiva en cuanto a la baja de impuestos que el Gobierno viene prometiendo, además de mostrar acción en lo que tiene que ver en la lucha contra la inflación.
Lo que todavía resta por verse es cuándo se terminará de quitar por completo el impuesto PAIS. Todo indica que por el momento esto no ocurrirá, y que todo dependerá de cómo evolucione la recaudación por el blanqueo, hoy por hoy la gran apuesta del Gobierno en cuanto al ingreso de dinero.
