España acordó con Mauritania y Gambia reforzar la colaboración contra la inmigración ilegal, durante una gira del presidente del gobierno español Pedro Sánchez por tres países del oeste de África, con la que busca frenar las llegadas irregulares de migrantes a sus costas.
España firmó con Mauritania el martes y con Gambia el miércoles "memorándums de entendimiento" bilaterales de "migración circular".
Los tres países acordaron implementar un marco concertado para las entradas regulares en España en función, principalmente, de las necesidades de mano de obra. Esta migración controlada prestará especial atención a los jóvenes y a las mujeres.
España firmó además con Mauritania una "declaración de intenciones" que abre la vía a acuerdos para reforzar su colaboración contra el crimen organizado en todas sus formas.
El mandatario socialista, que fue recibido el martes en Nuakchott por el presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, abogó por una actitud de firmeza frente a las redes de tráfico de personas y de trato humanitario hacia los migrantes.
"La inmigración no es un problema, sino una necesidad que viene con ciertos problemas", dijo. "Hay que luchar contra las mafias que trafican con seres humanos y juegan con vidas humanas" y que se aprovechan de "las terribles condiciones y la desesperación de quienes recurren a la migración irregular", agregó.
Después de Mauritania, Sánchez, presionado a nivel interno por la crisis migratoria, con un aumento espectacular de llegadas de inmigrantes ilegales a su país, visitó este miércoles Gambia y el jueves viaja a Senegal.
Los tres países africanos, en la costa atlántica del continente, son el punto de partida de miles de migrantes que intentan llegar a Europa, en busca de un futuro mejor, cruzando el mar, principalmente hacia el archipiélago español de las Canarias. Miles de personas han muerto en esta travesía en los últimos años.
Entre el 1 de enero y el 15 de agosto de este año 22.304 migrantes llegaron a Canarias frente a 9.864 en el mismo periodo de 2023, lo que equivale a un aumento de 126%.
En declaraciones conjuntas, España se comprometió con Mauritania y Gambia a promover "una migración segura, ordenada y regular" y a garantizar "un trato justo y humano a los migrantes".
Según una fuente de la presidencia española, Mauritania acoge actualmente a unos 200.000 refugiados víctimas de la inestabilidad en la región del Sahel, entre ellos numerosos malienses, que podrían migrar hacia Canarias.
El proyecto piloto de "migración circular" con Mauritania, de una duración inicial de un año, prevé que España informe de sus necesidades laborales a Mauritania, que seleccionará a los candidatos.
Los solicitantes serán entrevistados y, si es necesario, examinados. Se les pedirá que obtengan un visado y firmen un contrato, y se comprometan a regresar a su país al final del contrato. El memorándum no precisa cifras sobre posibles ofertas.
España ya ha aplicado esta fórmula "con éxito" con otros países, aseguró Sánchez, que anunció que España destinará medio millón de euros a una iniciativa de formación en Mauritania.
Se desconoce el monto total incluido en los acuerdos que se firmarán con estos países -principalmente Mauritania, a donde Sánchez ya viajó en febrero- para ayudarles e incitarles a intensificar los esfuerzos destinados a impedir esta migración ilegal.
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