En España gustamos muchos de buscar enfrentamiento entre nosotros, aunque luego todo quede en nada. La película más taquillera de la historia de nuestro país, y por mucho, es 'Ocho apellidos vascos'. Las diferencias entre unos y otros son más una excusa para hacer chance que una enemistad real, especialmente en nuestra tierra, donde acostumbramos tanto a bromear con el otro y reírnos de las desgracias mutuas.
España es uno de los países del mundo con más climas comprendido en una superficie no tan extensa, tenemos oceánico, mediterráneo, subtropical y de montaña, y extendido por toda la Península Ibérica (y los archipiélagos). Una de las grandes ventajas de España es precisamente su diversidad, poder visitar todo tipo de parajes sin salir de ella.
Y sí es cierto que hay diferencias entre norte y sur, pero también entre este y oeste, o incluso entre un pueblo y el de al lado, pero existen tantas costumbres que nos separan como nos unen. Sin embargo, como cualquier persona con hermanos sabrá, que es con quien más cosas se comparten con quien más se discute o pelea también.
Todos somos más exigentes con aquello que más nos gusta y, cuando alguien nos lo trastoca, se siente como una ignominia o una falta grave. Nos pasa con el lado del que se cuelga el papel higiénico, la temperatura del café o, incluso, la forma en la que nos sirven una cerveza de grifo en un establecimiento. Los grandes amantes de esta bebida, habrán podido notar que, depende de dónde la tomen, parece sacada de dos 'mundos' distintos.
Se cree que la cerveza ya era consumida hace más de 9.000 años por el pueblo sumerio en la Baja Mesopotamia, aunque no se parece mucho al alimento que tenemos hoy en día. Se solía fabricar a partir de un pan de cereales que dejaban remojando en agua para que fermentase, por lo que había que colarla bien o utilizar una pajita antes de beberla, para no tragarse los grumos.
No fue hasta principios del siglo IX que un monje benedictino tomó registro por primera vez del uso de la planta del lúpulo en la fabricación de esta bebida alcohólica. La cerveza ha ido evolucionando y perfeccionándose su elaboración hasta hoy en día, donde es todo un arte y existen locales especializados que solo sirven diferentes tipos de este elixir.
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, no toda la cerveza es igual, ni aun tratándose de la misma marca. Dependiendo de su embotellamiento cambia el sabor y la textura, y más aún si es de barril. En este último caso, depende más del camarero que la 'tire' que del propio producto en sí. Y aunque existen varias formas de hacerlo, es muy palpable una diferencia que existe entre varias regiones de España en este sentido.
Edu Siverio (@edusiverio) es un profesional de la hostelería muy apasionado por el trabajo bien hecho, y se dedica desde hace poco a compartir consejos para camareros en redes sociales, donde rápidamente ha ganado cientos de miles de seguidores. Además, suele hablar mucho de la cerveza, ya que es uno de los productos más demandados en todos los bares y restaurantes de nuestro país.
Como este 'influencer' y profesional explicaba, pareciera existir un 'abismo' entre la forma de 'tirar' la cerveza en el norte de España respecto al sur. Aún así, aclaraba que si dos estilos son diferentes, deberían utilizarse para tipos de cerveza distintos, no para todas por igual. Luego no, no hay una forma mejor de servirla que otra, solo la que es correcta y la que no.
Lo primero y común a ambas zonas del territorio es empezar aclarando la copa con agua fría para limpiarla y darle temperatura. La diferencia llega cuando se abre el grifo, ya que en el norte dejan caer la cerveza a 45º de inclinación sin nada de espuma hasta dos tercios de la copa, y luego complementan lo que resta con solo espuma. Estas burbujas son tan pequeñas que le dan a la espuma una textura casi cremosa.
El sur de España, por otra parte, sirven la cerveza dejándola caer casi perpendicular y abriendo el grifo de tal manera que caiga tanto líquido como espuma. De esta forma, no hace falta añadir solo espuma al final, pero las burbujas que se forman son mucho más grandes. Aunque esta espuma dure menos tiempo, también es más refrescante, tiene sus pros y sus contras.
Como ya hemos dicho, no hay una forma mejor o peor de servir la cerveza, sino que cada estilo (Ipa, Lager, Ale, etc.) requiere de una técnica diferente. Aun tratándose del mismo producto, precisamente por las costumbres de la zona, no sabe igual una cerveza dependiendo de si estamos al norte o al sur de España.