En una escalada de tensiones, Rusia ha amenazado a Estados Unidos con una posible escalada de la guerra en Ucrania y advirtió que el conflicto no se limitaría a Europa, por lo que tendría repercusiones globales. El Kremlin intenta persuadir a Washington para reducir su asistencia a las tropas ucranianas, que han logrado avances significativos en la región de Kursk.
El llamado de Rusia a Washington se produce en medio de una creciente asistencia militar internacional a Ucrania. Mientras tanto, Ucrania ha logrado avances en la región fronteriza rusa y el jefe militar ucraniano, Oleksandr Sirski, ha confirmado la captura de más de 500 prisioneros. En respuesta a estos eventos, Ucrania está preparando un plan para presentar a los líderes estadounidenses con el objetivo de poner fin al conflicto en términos favorables para Kiev.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha acusado a Estados Unidos de "buscar problemas" al considerar el uso menos restringido del armamento aliado en Ucrania. En una declaración contundente, Lavrov advirtió sobre los riesgos de una Tercera Guerra Mundial y afirmó que la situación no se limitaría exclusivamente a Europa.
“Ahora confirmamos, una vez más, que jugar con fuego —y son como niños pequeños jugando con cerillas— es algo muy peligroso para los adultos a los que se les confían armas nucleares”, dijo Lavrov y destacó que las tensiones actuales podrían tener consecuencias globales.
Ucrania ha estado presionando a sus socios internacionales para que levanten las restricciones sobre el uso de armamento en territorio ruso. Esta solicitud busca maximizar el potencial de ataque contra las fuerzas rusas en su propio territorio. Inicialmente, las naciones aliadas se mostraron reacias a cambiar las restricciones por temor a una escalada abierta con el Kremlin. Sin embargo, a medida que el conflicto ha avanzado, algunos países han comenzado a reducir las limitaciones sobre el uso de armamento en territorio ruso.
El jefe militar ucraniano, Oleksandr Sirski, ha reportado que las tropas ucranianas controlan casi 1.300 kilómetros cuadrados de territorio ruso fronterizo y han capturado a 594 prisioneros. Esta expansión demuestra la capacidad de Ucrania para ejecutar ofensivas significativas, a pesar de la resistencia de las Fuerzas Armadas de Moscú, que parecen incapaces de frenar el avance ucraniano.
En respuesta a la intensificación de la guerra, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha anunciado que presentará un plan a los líderes estadounidenses, incluyendo al presidente Joe Biden y los candidatos presidenciales Donald Trump y Kamala Harris.
Zelensky busca un acuerdo que obligue a Rusia a poner fin a la guerra en términos que favorezcan a Ucrania. El plan, que será presentado en septiembre, incluye medidas económicas y directrices sobre el papel de Ucrania en la seguridad internacional, así como negociaciones territoriales "en nuestros propios términos".