Desde el inicio de las civilizaciones los humanos han teorizado respecto a un inminente apocalipsis o fin del mundo que termine con todo tipo de vida sobre el planeta.
En este contexto, una investigación científica alerta que el fin de los tiempos podría estar más cerca de lo pensado, ya que un fenómeno conocido como Laschamp afecta a la Tierra desde hace miles de años.
Un estudio científico reveló que la Tierra experimenta desde hace 41.000 años un cambio de polaridad conocido como el fenómeno de Laschamp.
Este fenómeno ya sucedió una vez en el pasado y dejó a los humanos sin protección frente a la radiación solar y cósmica durante 500 años. Se estima que fue el inicio del proceso de extinción del Homo neanderthalensis, el pariente más cercano de Homo Sapiens.
El estudio se basó en análisis geológicos y de algunos árboles kauri en Nueva Zelanda. Se llegó a la conclusión de que durante ese periodo el campo magnético de la Tierra se debilitó hasta el 0% de su fuerza actual, lo que generó que los rayos del sol penetraran de forma directa.
Los niveles del campo magnético continúan en descenso desde hace miles de años, lo que preocupa a los científicos por la posibilidad de un nuevo fenómeno de Laschamp.
Gran parte de los riesgos asociados sería una inminente destrucción de todas las redes eléctricas y todos los dispositivos conectados a ellas, lo que generaría que todos los dispositivos móviles pierdan conexión.
Supondría el fin de las redes sociales, internet, mercados internacionales y toda forma de comunicación no presencial, lo que cambiaría el modo en que vive la sociedad actual.
El fin del mundo vendría luego de que se destruya la capa de ozono.
En la misma línea, la capa de ozono quedaría destruida, lo que generaría que los rayos ultravioleta impacten de manera directa en los humanos. Las civilizaciones tendrían que cambiar sus formas de vida para no quedar expuestos.
