La repentina muerte de Caritina Goyanes , hija de la conocida socialité Cari Lapique y del productor musical Carlos Goyanes, ha generado una gran conmoción y pone de relieve una realidad que muchos desconocen: el infarto no es solo cosa de hombres. Este trágico suceso se suma a la pérdida de su padre, Carlos Goyanes, quien falleció hace unos días a los 79 años debido a un infarto fulminante, y de su tío, Tito Goyanes, quien también murió recientemente por causas cardiovasculares. Esta sucesión de muertes en la familia Goyanes podría sugerir una predisposición genética , aunque aún no se ha confirmado. A pesar de la percepción generalizada, las mujeres también están en grave riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. De hecho, en España, el infarto es la principal causa de muerte entre las mujeres, superando incluso al cáncer. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), más mujeres que hombres fallecen por estas enfermedades. Además, un estudio presentado en el Congreso Heart Failure 2023 reveló que las mujeres tienen más del doble de probabilidades de morir tras un infarto en comparación con los hombres. El problema radica en que la sociedad sigue vinculando el infarto mayoritariamente con los hombres, lo que genera una peligrosa falta de conciencia entre las mujeres. Esta creencia errónea contribuye a que muchas no tomen las medidas preventivas necesarias, como realizarse estudios diagnósticos para detectar posibles problemas cardíacos antes de que los síntomas se agraven. Uno de los factores clave que aumenta el riesgo de infarto en las mujeres es la menopausia. Durante esta etapa, la disminución de estrógenos, que antes protegían al corazón, provoca cambios en los niveles de colesterol y la presión arterial, incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. No obstante, incluso antes de la menopausia, las mujeres no están exentas de riesgo. En las últimas décadas, ha aumentado la incidencia de infartos en mujeres jóvenes, menores de 55 años, debido a factores como el consumo de tabaco y la obesidad. Los expertos advierten que el infarto tiene un peor pronóstico en mujeres que en hombres. De hecho, el 53% de las mujeres que sufren un infarto entre los 35 y 74 años fallecen, frente al 46% de los hombres. Además, las mujeres tienden a tardar más en acudir al especialista y, en muchos casos, tanto ellas como los médicos tienen dificultades para identificar los síntomas, lo que agrava la situación. Es fundamental que las mujeres conozcan los síntomas específicos del infarto, que pueden incluir dolor en el pecho, brazos, espalda, cuello, mandíbula o estómago , así como falta de aire, sudor frío, náuseas o mareos. Reconocer estos signos a tiempo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Un estilo de vida sedentario y una mala alimentación son factores de riesgo en aumento tanto para hombres como para mujeres. Iniciativas de salud como las organizadas por diversas entidades buscan concienciar a la población y fomentar prácticas que pueden salvar vidas. La trágica pérdida de Caritina Goyanes debe servir como un recordatorio de que el infarto no discrimina por género, y que la prevención es clave para evitar más muertes.