Llega la ansiada edad de jubilación para la ya conocida como la generación del 'baby boom', es decir, los trabajadores nacidos en España entre 1958 y 1975. Sin embargo, lo que muchos futuros pensionistas no saben es cuál es el mejor mes del año para jubilarse y cobrar una mayor pensión y, por tanto, no perder poder adquisitivo, especialmente ahora, con una inflación que alcanza un 3,4% en junio de este mismo año.
En este sentido, cabe recordar que la reforma de las pensiones impulsada por José Luis Escrivá, introdujo el mecanismo de revalorización de las pensiones según el índice de precio al consumo (IPC) del ejercicio anterior al de la revalorización. Por ejemplo, para este año de 2024, las pensiones contributivas abonadas por el sistema de la Seguridad Social, se revalorizaron con carácter general en un 3,8% con respecto del importe que tuvieran a 31 de diciembre de 2024.
Una vez dicho esto, es importante tener en cuenta que las bases de cotización deben estar actualizadas conforme al Índice de Precios al Consumo. En este sentido, generalmente, los meses con un IPC más alto suelen ser los de la segunda mitad del año, sobre todo noviembre y diciembre. En resumidas cuentas, cuanto más alto sea el porcentaje de la tasa de inflación, mayor será la cuantía a percibir por el pensionista.
La Seguridad Social recomienda solicitar la pensión de jubilación a partir de la segunda mitad del año, entre julio y diciembre, pero, ¿por qué? Según explican desde el blog 'Ruta 67' de CaixaBank, "esto podría afectar positivamente al cálculo de la base reguladora y que suponga un aumento en la cuantía de la pensión. De hecho, alguien que se jubile en diciembre podría cobrar más que alguien jubilado en enero, aunque su tiempo de cotización y edad sean idénticas".
Por norma general, el IPC va creciendo a medida que avanza el año. Según esta tendencia creciente, se puede percibir una prestación más alta en los últimos meses que en los primeros, aunque siempre dependerá de cómo se encuentre la coyuntura económica a la hora de jubilarse.
En cualquier caso, aunque no se puede establecer de forma concreta un mes idóneo para jubilarse, a nivel orientativo, se establece a partir de junio o julio. Si se evitan los primeros cinco o seis meses del año, es posible beneficiarse de una base reguladora más alta y, por lo tanto, de una pensión de jubilación algo superior.
En cualquier caso, subrayar que la solicitud de esta prestación se deberá realizar dentro de los tres meses anteriores y posteriores al cese en el correspondiente trabajo, momento desde el cual se empezaría a recibir la pensión de jubilación, la cual depende de varios factores.
Además de los años cotizados y la edad, también entran en juego otras variables como la base reguladora, cuantía sobre la que se calcula la prestación; y la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC) o inflación, que se utiliza para actualizar tanto las bases de cotización como la prestación pública. Este indicador además no ha parado de crecer en los últimos meses.