Francisco Javier Fernández, presidente de la Diputación de Sevilla, alcalde de la Rinconada y secretario provincial del PSOE, es un buen socialista. Tiene el éxito asegurado en el socialismo contemporáneo, ese que ya ni reconocen los propios socialistas de toda la vida. Hará carrera en el sanchismo. No parece tener muchos escrúpulos, lo que le da ventaja sobre cualquier adversario con cuitas morales o de procedimiento y aprovecha hasta el último resquicio de poder en la dirección egocéntrica que marca su partido. Su última aportación es sublime. Se inventa un programa cultural de medio kilo, dando un buen bocado a la inversión prevista para la acción cultural en los pueblos donde sí que necesitan aliento de escenarios, con la excusa...
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