Tras un fin de semana marcado por el intercambio de golpes más grave entre Israel y Hizbolá desde la guerra de 2006, ambos bandos parecieron dar por cerrado el capítulo y volvió esa especie de statu quo que, de momento, no eleva la crisis a guerra total . Los israelíes realizaron un ataque selectivo contra un dirigente de Hamás en Saida, 45 kilómetros al sur de Beirut, y la milicia del Partido de Dios lanzó varios cohetes que volvieron a activar las sirenas en el norte. La violencia se mantiene a la sombra de unas negociaciones sobre Gaza en las que los mediadores trataron de desbloquear el proceso con una propuesta de acuerdo parcial que permita al menos la entrada...
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