El hacinamiento continúa siendo la piedra en el zapato del sistema carcelario que tiende a colapsar, a pesar de las medidas tomadas por el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo. Las estadísticas del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) así lo demuestran. En su último reporte oficial, se estableció que hay 96.805 presos en el país, cuando la capacidad de los 68 penales existentes es de 41.019 internos.
Eso quiere decir que, actualmente, hay más del doble de presos, lo que representa una sobrepoblación de 236%. La diferencia entre la capacidad de albergue y la población penitenciaria es de 55.786 personas, que en pocas palabras significa que esta cantidad de internos no tendría cupo en el sistema penitenciario.
De acuerdo con el INPE, en octubre del 2023 había 93.147 internos en los reclusorios, lo que representaba un hacinamiento del 227%; sin embargo, hoy esa aglomeración aumentó a 236%. Este año también ingresaron a las cárceles 7.758 nuevos internos, mientras que otros 5.580 egresaron.
Si la capacidad solo fuera de sentenciados (60.612), también habría hacinamiento. Solo con la de procesados (36.193) se lograría solucionar ese problema.
Un verdadero drama
“Esto es un indicativo de un crecimiento histórico y exacerbado que antes no había visto. La sobrepoblación penitenciaria es alta y no debe ponderarse solo sobre la base del promedio nacional, sino, especialmente, sobre la realidad de los penales más grandes del país: Piura, Chiclayo, Trujillo, Chimbote, Callao, Cañete, Ica y Miguel Castro Castro, los cuales tienen entre 3.000 y 5.000 internos cada uno, además del de Lurigancho, con 9.837 internos”, dice Wilfredo Pedraza, exministro del Interior y expresidente del INPE.
Y agrega: “Todos esos penales tienen en promedio más del 400% de sobrepoblación, y reflejan el verdadero drama de la sobrepoblación carcelaria que demanda urgente atención”.
Para otro experto en seguridad, como el excoronel Jorge Mejía, quien fue jefe de la unidad antisecuestros, el problema se resuelve de dos formas: fortaleciendo la política criminal y construyendo más cárceles. Pero el círculo vicioso continúa y las cárceles peruanas siguen siendo la ‘universidad del mal’.
En su mensaje de 28 de Julio, la presidenta Dina Boluarte señaló que para el 2025 se iniciará la construcción de un complejo penitenciario para 8.000 procesados que sería modular y podría llegar a 16.000.
Para el próximo año también se estarían elaborando los expedientes técnicos e iniciando la obra de los penales de Ancón III, Trujillo e Ica que sumarían 9.700 internos.
Finalmente, dijo que se estaría iniciando la elaboración del complejo penitenciario de 10.000 unidades de albergue para presos de alta peligrosidad.
Más de 11.000 violadores de menores
La violación de menores sigue creciendo. Por este delito hay 11.503 presos; sin embargo, contrario a lo que muchos piensan, no es el delito por el que hay más internos. Este es el robo agravado (22.377 reclusos).
Los delitos que siguen en cuanto al número de presos son extorsión, con 1.170. De ellos, 529 están procesados y 641 sentenciados. Le sigue homicidio calificado (asesinato), con 3.262; organización criminal, con 989; y hurto agravado, con 2.507.
En este momento también están en prisión 4.873 extranjeros. De ellos, 1.287 se encuentran por robo agravado y 138 por extorsión.
