Cada vez que se produce un encuentro bienal entre Europa y Estados Unidos al máximo nivel profesional, ya sea en categoría masculina ( Ryder Cup ) o femenina ( Solheim Cup ), surge el mismo planteamiento: los americanos arrasan en cuanto a su posición en el ránking, pero los del viejo continente son los que se llevan el gato al agua finalmente por su mayor sentimiento de equipo. En las últimas ediciones de ambas competiciones se ha venido repitiendo invariablemente este paradigma . Los hombres de este lado del Atlántico se han llevado el trofeo en 10 de las últimas catorce y las mujeres en cinco de las últimas siete . Hay que tener en cuenta que en caso de empate la copa se la queda el campeón defensor, que es lo que sucedió el año pasado en Finca Cortesín cuando Carlota Ciganda logró ese último punto mágico ante Nelly Korda que permitió igualar el marcador a catorce puntos y, así, prolongar el éxtasis europeo durante doce meses más. Sin embargo, en este 2024 las cosas no pintan tan bien para las huestes de Suzann Pettersen . A causa del insultante dominio de la menor de las Korda, que ha ganado seis títulos en este curso y es firme número uno mundial, no han podido alcanzar un nivel que permita ser optimistas de cara a la cita que se celebrará en Virginia dentro de tres semanas. Por si fuera poco, tampoco han estado inspiradas en los grandes, en los que han sido otras las que han tomado protagonismo. Después del primer 'major', el Chevron, que se llevó Nelly, los siguientes fueron para la japonesa Yuka Saso (Open USA), la coreana Amy Yang (KPMG), la nipona Ayaka Furue (Evian) y, ayer, el 'British' para Lydia Ko . La neozelandesa, que arrastra su buen momento de forma desde que ganó el oro en los Juegos Olímpicos, tiró de experiencia para lograr su primer Open en la casa del golf, el mítico 'links' de St. Andrews . Y, aunque también tuvo opciones de ganarlo, el segundo puesto logrado por Nelly da idea de su calidad y seguro que lo analizará positivamente de cara a adquirir confianza para jugar en casa ante las siempre correosas europeas. Le ayudarán Lidia Vu (también segunda ayer en el Británico) y Laureen Coughlin (que ganó en Escocia hace ocho días). Todas ellas ellas estarán especialmente motivadas en la cita del Robert Trent Jones Golf Club de Gainesville. También llegan en buen momento, en el bando contrario, la irlandesa Leona Maguire (victoria en Londres) y la alemana Esther Henseleit (plata olímpica en París), pero lo que es especialmente preocupante para las defensoras es el bajo nivel que está mostrando Carlota en los últimos meses. Después de su subida a los cielos el septiembre pasado, comenzó este año a buen nivel (dos top 10 en el LPGA y dos en el LET hasta el mes de abril, con un sexto puesto incluido en el Chevron), luego cayó en una dinámica negativa que la llevó a un discreto puesto en el Open USA (19), a no pasar el corte en los dos siguientes grandes, a naufragar en los Juegos y a firmar un triste puesto 37 en St. Andrews. ¿Es este el mejor camino para ser la líder de sus compañeras el 13 de septiembre? Habrá que recurrir una vez más al deseo de que se crezca frente a unas rivales que son las favoritas una vez más. Hoy completarán los equipos las dos capitanas, mas no parece que en las elecciones a dedo ningún nombre pueda oscurecer el esperado duelo de Ciganda y Korda .
