Millones de israelíes se despertaron el domingo con la noticia de que más de cien cazas de la Fuerza Aérea israelí habían llevado a cabo ataques preventivos contra la organización terrorista chiita Hizbulá en el sur del Líbano, destruyendo unos 1.000 lanzacohetes y drones que apuntaban también hacia Tel Aviv y el centro de Israel.
Poco tiempo antes los habitantes del norte del país vivieron un ataque con más de 200 cohetes y drones provenientes del sur del Líbano que causaron estragos en diferentes localidades, aunque no víctimas humanas.
“Se ha declarado una situación especial en el frente interno que permite al Comando del Frente Interno de las FDI emitir restricciones”, comunicó a primera hora de la mañana el ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, declarando el estado de emergencia.
Una “situación especial” es un término legal utilizado en tiempos de emergencia en Israel, que otorga a las autoridades una mayor jurisdicción sobre la población civil con el fin de agilizar los esfuerzos para salvaguardar a la población. Tiene una validez de 48 horas, a menos que los ministros del gabinete la prorroguen.
Hizbulá anunció a las 5:30 de la mañana que había comenzado su represalia contra Israel por el asesinato de Fuad Shukr, un alto comandante militar y el segundo de la organización, y que la había culminado con éxito. También dijo que esta primera fase de su venganza había concluido.
Israel mató a Shukr después de que Hizbulá atacase una localidad del norte de Israel acabando con la vida de 12 niños drusos el pasado mes de julio.
Poco a poco en la mañana de domingo se fueron sucediendo informaciones sobre la magnitud del ataque preventivo contra Hizbulá, que la inteligencia israelí había detectado previamente, según la radio del Ejército y que esperaba para las 5:00 de la mañana, y también se supo que los misiles y drones suicidas destruidos apuntaban a la base de comando del Ejército israelí en Tel Aviv, entre otros lugares sensibles en diferentes puntos del país.
Mientras Israel mandaba sus cazas para destruir las lanzaderas de los chiitas, el aeropuerto de Ben Gurion paralizó los vuelos entrantes y salientes durante un par de horas.
Las autoridades militares israelíes también urgieron al público y a los oficiales a no compartir información y “no entrar en el juego de Hizbulá”. Mientras que el órgano de gobierno del partido del primer ministro, Benjamin Netanyahu, el Likud, pidió a los ministros no hablar de lo sucedido.
En las primeras horas de la mañana el ayuntamiento de Tel Aviv abrió 240 refugios en toda la ciudad y recordó a los ciudadanos que los estacionamientos subterráneos pueden usarse en caso de necesidad.
Se emitieron nuevas directrices para los residentes en 14 de las 30 regiones, incluida la zona metropolitana de Tel Aviv, toda la región de Galilea y la zona metropolitana de Haifa, si bien algunas de ellas se relajaron a lo largo del día.
En su comunicado, la organización terrorista mejor armada del mundo, tras anunciar la primera parte de su respuesta al asesinato de Shukr, dijo que incluía un ataque con aviones no tripulados en un sitio militar "cualitativo que se anunciará en una fecha posterior”, además de ataques con cohetes contra el sistema antimisiles Cúpula de Hierro y otros sitios militares. El comunicado decía que el grupo estaba en alerta máxima y que tomaría represalias por cualquier ataque a civiles libaneses. “Estas operaciones militares tardarán algún tiempo en concluir, pero después se publicará un comunicado detallado sobre los objetivos y sus resultados, si Dios quiere”.
Una fuente de seguridad en Líbano dijo que al menos 40 ataques israelíes habían alcanzado varias ciudades en el sur del país en uno de los bombardeos más intensos desde que comenzaron las hostilidades en octubre de 2023, cuando Hamás atacó a más de 20 comunidades israelíes e Hizbulá mostró sus simpatías a los islamistas de Gaza bombardeando casi diariamente el norte de Israel.
Hasta ahora unos 430 miembros de la organización terrorista han muerto “en el camino a Jerusalén”, como anuncia el grupo los fallecimientos de sus miembros durante acciones militares, pero también más de 100 civiles libaneses. Del lado israelí, más de una docena de militares han muerto y diez civiles.
“Hemos llevado a cabo ataques precisos en Líbano para frustrar una amenaza inminente contra los ciudadanos de Israel. Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos en Beirut y estamos decididos a utilizar todos los medios a nuestra disposición para defender a nuestros ciudadanos”, dijo Galant en un comunicado.
La mayoría de los ataques israelíes alcanzaron objetivos en el sur del Líbano, pero según un portavoz militar el Ejército está listo para atacar en cualquier lugar donde hubiera una amenaza.
Netanyahu, por su parte, declaró antes de la reunión de su gabinete: “Hizbulá intentó atacar al Estado de Israel con cohetes y drones. Hemos ordenado a las FDI que lleven a cabo un ataque preventivo y poderoso para eliminar la amenaza”.
“Israel está asestando a Hizbulá golpes sorprendentes y aplastantes. Hace tres semanas eliminamos a su jefe militar [Fuad Shukr] (...) Hoy hemos frustrado su plan de ataque. [Hasan] Nasrala en Beirut y [Ayatolá Ali] Jamenei en Teherán deben saber que este es otro paso en el camino para cambiar la situación en el norte y devolver a nuestros residentes sanos y salvos a sus hogares”, concluyó.
