FC Bayern München dominó gran parte de su debut ante VfL Wolfsburg, pero se llevó sus primeros tres puntos en la Bundesliga con un 2:3 final.
FC Bayern llegaba al partido con la razón de mantener un invicto de 18 partidos ante Los Lobos. En comparación con el partido contra Ulm, Kompany debió prescindir del lateral derecho Stanisic (rotura del ligamento lateral de la rodilla derecha). En lugar del croata, Boey se hizo con el sector. Guerreiro, Tel y Müller rotaron en el once inicial, con Davies, Olise y Kane en sus lugares. En los locales, Ralph Hasenhüttl le dio entrada a Fischer, Arnold y Tiago Tomas en lugar de Lacroix (golpe en el pie), Gerhardt y Wind (ambos en el banquillo).
El primer tiempo fue un monólogo del FC Bayern, superior en casi todos los aspectos. Por lo tanto, la ventaja de 0:1 estaba completamente bien justificada, pero en realidad debió ser aún mayor.
Antes de los 20 minutos, los bávaros ya habían tenido cinco ocasiones de gol. Aunque recién fue Musiala con quien consiguieron la ventaja. Boey hizo quedar mal a Kaminski en su marca pegajosa y avanzo hacia la línea de fondo, antes de mandar un centro atrás para un Jamal que solo la tuvo que empujar para el tanto más fácil de su vida.
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Con el marcador a su favor, los de Múnich bajaron un poco la intensidad, pero no por eso dejaron de atacar. Es en ese sentido que nadie presagiaba lo que ocurriría al inicio de la segunda mitad. En apenas segundos, Tiago Tomas entró bien al área y fue derribado por Boey, sentenciando la pena máxima. Desde los once pasos, Majer cambió por gol.
Una ráfaga en ataque del Wolfsburg los encontró con la inesperada ventaja a su favor. Un yerro de Kim en defensa por descuido ante Wimmer, quien inmediatamente corre hacia Neuer, antes de cederle la pelota a Majer con el arco libre. El croata marcó su doblete en menos de cinco minutos.
El doble golpe no hizo más que aumentar la intensidad del ataque del FC Bayern, que se iba a ver recompensado con el empate de pelota parada. Bakú manó un córner desde la izquierda hasta el segundo palo, donde Kane ganó entre todos con su cabezazo. Pero fue Kaminski quien rectificó el tiro ante su propio arco, marcando el 2:2.
La tónica regresó a su curso habitual. Y el Rekordmeister se llevaría la victoria a ocho del final. Una jugada combinada entre Müller y Kane, encontró libre a Gnabry por derecha. Este, con un remate cruzado hacia el ángulo más alejado, puso cifras definitivas con el 2:3. Los locales tuvieron ocasiones para igualar nuevamente las acciones, aunque pecaron de efectividad para conseguirlas.