La gestión de recursos humanos se está viendo revolucionada por nuevas tecnologías surgidas en los últimos años, que generan un cambio profundo en cómo las empresas desarrollan su fuerza laboral. Y no estamos hablando de grandes empresas. Desde la pandemia, las pymes adoptan herramientas digitales cada vez a mayor velocidad, lo que les permite ganar competitividad, optimizando sus procesos y manteniendo su rapidez de reflejos. Para esto, es clave contar con un equipo fuerte y bien comunicado.
Según un estudio de Latam Business School, uno de los principales retos a los que se enfrentarán los directivos de Recursos Humanos en 2024 es, precisamente, la continua transformación digital. "La automatización de procesos, la inteligencia artificial y el análisis de datos están cambiando la forma en que reclutamos, gestionamos el desempeño y brindamos formación a los empleados", subraya el trabajo y agrega: "Los líderes de Recursos Humanos deben adquirir habilidades en tecnología y aprender a incorporar estas herramientas de manera efectiva en sus operaciones".
En ese sentido, la consultora International Data Corporation (IDC) afirma que el 50% de las pymes de la región ya han incorporado algunas aplicaciones de recursos humanos en sus operaciones. No obstante, un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que la mayoría de estas empresas aún están en un nivel de madurez tecnológica bajo o moderado, lo que indica un largo camino por recorrer.
La transformación digital no es solo una cuestión de tecnología; es un cambio profundo que afecta la cultura organizacional y la estructura de liderazgo. La digitalización exige un liderazgo más ágil y adaptativo, capaz de guiar a la organización a través de cambios rápidos y continuos. Los líderes deben ser catalizadores del cambio, fomentando una cultura de innovación, colaboración y aprendizaje continuo.
La digitalización permite la descentralización de las tareas. Un software de recursos humanos permite que los colaboradores puedan autogestionar y automatizar diversos procesos como vacaciones, recibos de sueldo, fichaje, legajo, etc. Esto alivia la carga laboral de los mandos altos y medios, que solo deberán aprobar estas solicitudes y el software se encargará del resto. Este enfoque fortalece la autonomía y el empoderamiento de los colaboradores y libera tiempo operativo de los líderes para que puedan enfocarse más en sus áreas estratégicas.
Uno de los mayores desafíos en la transformación digital de RR.HH. es la resistencia al cambio. Suele cometerse el error de querer imponer una nueva tecnología sin explicar adecuadamente por qué se lo hace. La comunicación es clave en este aspecto. No es recomendable que un día llegue el colaborador y se le diga: "a partir de hoy esto que hacías de tal manera, lo vas a pasar a hacer así".
Es necesario que cada persona entienda la urgencia de este cambio, para esto hay que convencer a cada líder de área interno, para que acompañe a su equipo en este camino. Si uno se siente parte de un cambio lo va a impulsar; en cambio si es impuesto, seguramente genere resistencia y lo termine saboteando.
La rápida evolución de la tecnología digital exige que los empleados adquieran nuevas habilidades de manera constante y de forma organizada. La falta de competencias digitales es un obstáculo para muchas organizaciones. No hablamos ya de que sepan utilizar el paquete de Office: hoy en día todos los colaboradores deberían estar aplicando Inteligencia Artificial en alguna de sus tareas.
Las empresas deben invertir en canales claros de desarrollo profesional que no solo capaciten a los colaboradores en nuevas tecnologías, sino que también impulsen una mentalidad de aprendizaje permanente y permitan conocer en qué les gustaría capacitarse a sus colaboradores.
Por supuesto que la formación no debe limitarse a competencias técnicas. El desarrollo de habilidades blandas, como la adaptabilidad, la resolución de problemas y la colaboración, es igualmente crucial en un entorno digital. Estas habilidades permiten a los empleados navegar con éxito en un paisaje empresarial en constante cambio y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la tecnología.
Mirando hacia el futuro, la digitalización de RR.HH. continuará evolucionando, impulsada por avances en inteligencia artificial, automatización y análisis predictivo. Estas tecnologías permitirán a las empresas anticipar tendencias, identificar oportunidades de mejora y tomar decisiones estratégicas basadas en datos.
Por ejemplo, conocer métricas claves como el nivel de retención y rotación, permite descubrir si la compañía está perdiendo eficiencia por pérdida de puestos fundamentales y accionar para resolver este problema. A medida que estas tecnologías se integren más profundamente en RR.HH., las empresas tendrán la capacidad de gestionar su capital humano de manera más proactiva y eficaz.
El éxito en la adopción de estas tecnologías dependerá en gran medida de la capacidad de las organizaciones para potenciar el bienestar de sus empleados. La tecnología es una herramienta que permite optimizar procesos y realizarlos de forma simple, liberando tiempo para las tareas que potencian el talento humano. Este enfoque centrado en las personas será clave para construir organizaciones sostenibles y exitosas en la era digital.
Los gerentes de RR.HH. ahora deben adquirir más habilidades en la gestión de la tecnología y el análisis de datos. También deben poder adaptarse a las cambiantes necesidades de los colaboradores y las tendencias de la industria.
Las habilidades en la gestión de la tecnología son esenciales porque muchos procesos de gestión de RR.HH. ahora están automatizados y respaldados por sistemas basados en IA. Los gerentes de RR.HH. deben comprender cómo funcionan estas tecnologías, integrarlas en los procesos y aprovecharlas para mejorar la eficiencia operativa. Este conocimiento es esencial para optimizar el uso de la tecnología y garantizar que su implementación cumpla con las políticas y los estándares éticos de la empresa.
Además, los gerentes de RR.HH. deben adaptarse a las necesidades cambiantes de los empleados y las tendencias de la industria. Esto incluye mantenerse al día con los últimos desarrollos en la legislación laboral, las políticas de empleo y las expectativas de los colaboradores con respecto a un entorno de trabajo inclusivo y el apoyo al equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Deben abordar estos cambios e integrarlos en estrategias efectivas de gestión de RR.HH. al tiempo que mantienen una cultura organizacional positiva.
El papel de los gerentes de RR.HH. en la gestión del cambio y la comunicación también es cada vez más crítico. Ante la transformación digital, los gerentes de RR.HH. deben poder comunicar esos cambios a los empleados y garantizar una transición sin problemas. Deben tener buenas habilidades de comunicación para explicar los beneficios y el impacto del cambio y escuchar y responder a los aportes o inquietudes de los empleados.
Las organizaciones deben estar preparadas para adoptar nuevas tecnologías y actualizar sus políticas para adaptarse a los métodos de trabajo cambiantes. Esto puede implicar la reestructuración o la formación de los colaboradores para nuevos puestos.
Las actualizaciones de políticas también son un componente esencial en este proceso de adaptación. Es posible que sea necesario ajustar las políticas existentes para reflejar los cambios en su forma de trabajar, incluidos los acuerdos de trabajo flexibles, las políticas de seguridad de datos actualizadas y la orientación sobre el uso de nuevas tecnologías. Unas directrices claras y bien comunicadas ayudarán a garantizar que todos los empleados comprendan las nuevas expectativas y la forma modificada de trabajar.
La comunicación transparente y bidireccional entre la gerencia y los empleados es crucial durante este período de transición. Los empleados deben recibir suficiente información sobre cómo los afectarán los cambios y se les debe permitir brindar aportes. Este diálogo abierto ayudará a abordar las inquietudes y aumentar la participación de los empleados en el proceso de cambio.
Por último, las organizaciones deben fomentar y desarrollar una cultura que respalde la innovación y la flexibilidad. Una cultura organizacional que fomente la exploración, el aprendizaje y la adaptación continuos ayudará a que los empleados se sientan más seguros y comprometidos durante el proceso de cambio.
La creación de un entorno de trabajo de apoyo en el que cada colaborador se sienta valorado y reconocido es esencial para afrontar con éxito el cambio.
La preparación organizacional para el cambio en la era digital tiene que ver con la adopción de tecnología y el desarrollo de la voluntad y la capacidad en todos los aspectos operativos y culturales.
Con un enfoque integral e integrado, las organizaciones pueden abordar los desafíos de adaptación y aprovechar al máximo el potencial de crecimiento y éxito a largo plazo de la tecnología aplicada a la gestión de los Recursos Humanos.
