Montjuïc vibró con un gran Barcelona ante el Athletic, un Athletic al que el ‘caso Nico Williams’ y la actitud hostil de la entidad han vuelto a convertir en club enemigo del barcelonismo. El equipo de Hansi Flick sudó para ganar un partido que debió haber goleado ante un Athletic conservador, decepcionante, que lo fió todo a Nico. Un desafortunado penalti de Cubarsí dio aire al Athletic Club tras un gran gol de Lamine Yamal y Lewandowski puso las cosas en su sitio, después de dos postes, en un enorme segundo tiempo de los azulgranas, una vez más con exhibición de los jóvenes, sobre todo Marc Bernal y Lamine Yamal.
Al partido del Barcelona le faltó poco. Hubo juego, intensidad, juego y ocasiones. Incluso Montjuïc se asemejó al añorado Camp Nou, con un público entregado que acompañó al equipo en todo momento, especialmente en los momentos épicos del segundo tiempo, los mejores minutos del equipo de Flick, que debió haber resuelto el partido con mucha claridad pero que vio cómo un Athletic otra vez parco en juego en Barcelona llegaba con opciones al final.
No repitió once Flick y el cambio fue seguramente inesperado. Se quedó en el banquillo Casadó tras su gran partido en Mestalla. Salió en su lugar Pedri, más como interior que como doble pivote, para jugar por la izquierda. Por la derecha en la media repitió Raphinha, muy batallador.
Zarandeado repetidamente por Yuri y con la permisividad arbitral que ya se temía desde que se supo la designación, Lamine Yamal fue quien sacudió el partido con su desequilibrio. Pero quien creaba desde atrás fue Marc Bernal, en la creación del juego, y luciendo el mismo dorsal que Sergio Busquets, el 28, en la campaña 2008-09, una temporada en la que el barcelona vestía una camiseta prácticamente idéntica a la actual.
Arriba, también repitió Ferran Torres, indicio de que Flick quiere un extremo izquierdo, aunque jugó metiéndose mucho hacia dentro y liberando la banda para un irregular Balde. El de Foios puso a prueba a la defensa del Athletic desde un primer momento, lo que liberó de parte de la responsabilidad de crear peligro a Lamine Yamal, desequilibrante y víctima de un marcaje brusco y grosero de Yuri, que además contó con la complicidad y la tolerancia del impresentable de Gil Manzano, esa calamidad con silbato que ha tardado solamente dos jornadas en caerle al Barcelona.
No defraudó el infame Manzano, que pitó una falta a Lamine Yamal en la última jugada del primer tiempo indecente, cuando ya había superado a Yuri limpiamente y se iba hacia la portería. Siempre lastrando al Barça.
Otra vez salió el Athletic con presión alta en los primeros compases, pero el Barcelona la superó gracias a la salida de balón a cargo de Marc Bernal y Pedri. Cuando el conjunto azulgrana tomó el mando, pasó a basar su estrategia atacante en balones largos a Nico Williams, que lo hizo casi todo en el equipo vasco. Silbado en cada acción, sentó a Cubarsí en una de las transiciones del Athletic tras pérdida y generó una ocasión clarísima. Cada vez que le llegaba el balón el Athletic respiraba. El siguiente en sufrir al menor de los Williams fue Koundé. Otro recorte hacia dentro, un chut que se envenenaba y balón que se pierde por muy poco.
Lamine Yamal fue quien marcó. Recibió a la salida de un córner, fue metiéndose hacia dentro y mandó un zurdazo impresionante y ajustado que se coló en la portería.
El Barcelona pudo dejar el partido medio decidido poco después: transición brutal de Lamine Yamal, gran pase a Raphinha, y éste a Lewandowski, que, sin ángulo, buscó el segundo palo en un chut templado. Dio en la madera.
Tras esa jugada, casi a continuación, Gil Manzano pitó un supuesto penalti de Cubarsí, desafortunado, a Berenguer, a instancias del VAR, y con tremendos aspavientos de todo el Athletic. Se mostró por los marcadores cómo Cubarsí fue a disputar el balón y resbaló. Sancet engañó a Ter Stegen lo marcó y lo celebró como un energúmeno, provocando a la grada.
A Lewandowski la madera volvió a negarle el gol en una falta lateral servida por Raphinha. Cabeceó impecablemente y el balón fue al poste. Y Lewandowski remató impecablemente un centro de Balde, con empujón a Fermín en la jugada en el área y paradón de Padilla, que se encontró el balón. Mala suerte de ‘Lewy’.
La segunda mitad se jugó al son del Barcelona y al son que marcaba Pedri, estelar. El Athletic resistió, pero llegó el momento en que la suerte dejó de dar la espalda a Lewandowski, que remató una asistencia de Pedri tras gran pase filtrado de Raphinha. Los dos interiores que dispuso Flick. Y el Athletic acabó mal perdiendo con una falta sucia de Herrera a Cubarsí.
/MundoDeportivo
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