Es raro que en un divorcio no llegue la furia, y esta suele aparecer normalmente cuando llega el momento de hablar de dinero . Una vez asumida la petición, el divorcio entre Jennifer Lopez y Ben Affleck entra ahora en una nueva dimensión: negociar el reparto de los bienes producidos durante el matrimonio, lo que equivale a una montaña de millones de dólares que puede fluctuar enormemente. Fue hace apenas dos años cuando las portadas de Hollywood y de medio mundo reflejaban lo que parecía ser l a historia de amor más bonita jamás contada : la hermosa JLo y el apuesto Ben decidían darse una segunda oportunidad años después para protagonizar una boda de las de antes, con mansión, carruajes y el viejo sur como testigos. Ahora solo queda distribuir las millonarias cenizas. No será fácil, habida cuenta de lo sembrado por la pareja. Se estima que fortuna conjunta de ambos es de 500 millones de euros, de los cuales 350 los aporta ella. Y TMZ ya se ha apresurado a asegurar que al no haber firmado un acuerdo prenupcial, la pareja se verá obligada a dividir equitativamente las ganancias obtenidas durante los dos años que ha durado su matrimonio, de acuerdo con la ley de California. En este sentido, cualquier ingreso o activo adquirido durante un matrimonio pertenece a ambos cónyuges por igual. Muchos millones. ¿Y qué incluiría esto? Pues ni más ni menos que todos los ingresos obtenidos durante su unión, los bienes personales y los fondos de jubilación y ahorro. No entran los bienes poseídos antes del matrimonio ni los adquiridos después de la separación legal. En resumen: ver qué ha aportado cada uno al matrimonio. La simpleza diría que hay que ver qué ha hecho cada uno en su profesión, algo que, la verdad, no ha sido demasiado. Ben Affleck ha hecho de Flash de nuevo en una película por estrenar y Jennifer Lopez ha encadenado fracasos cinematográficos y musicales. Por ejemplo, y en pleno estallido del conflicto de la pareja, se vio obligada a suspender su anunciada nueva gira, que no estaba vendiendo demasiadas entradas. Pero no todo es tan sencillo porque ahora viene la parte subjetiva: las «aportaciones» al matrimonio. Y aquí puede pasar cualquier cosa. Todo se puede reclamar . Es donde se prevé el meollo de las discusiones y la furia. Esta situación podría desatar una disputa legal entre la pareja por los bienes, entre los que sin ir más lejos está la impresionante casa que adquirieron en Beverly Hills por 55 millones de euros y que pusieron en venta por 58,5 millones de euros en mayo de 2024. Por su parte, Ben Affleck también compró una mansión en Pacific Palisades por 18,5 millones de euros el mes pasado. Según ha explicado 'Daily Mail', la pareja ha vendido un total de tres propiedades desde que se casaron. El actor se deshizo su apartamento de soltero valorado en casi 26 millones de dólares mientras JLo vendió su ático de Nueva York por 22,5 millones y su mansión de Bel Air por 30,5 millones. Pero es que hay más, como ocurre con cualquier pareja de Hollywood. Porque este matrimonio también estuvo regado de coches de lujo , uno de los caprichos de la actriz. Así, adquirió un Ashton Martin DB7, un BMW X6, un Ferrari 488 GTB y un Lamborghini Urus en los últimos dos años. Ben Affleck se 'conformó' con un Tesla Model S Plaid y un Mercedes-Benz S-Class. Finalmente, estarían también todos los ingresos por publicidad en diferentes vertientes. Si Jennifer Lopez tiene infinidad de acuerdos con diferentes marcas de ropa y belleza , Ben Affleck ha encontrado una buena vía de ingresos con un acuerdo millonario con la marca Dunkin Donuts para rodar el anuncio de 9 millones de euros que se emitió durante el SuperBowl de 2023. Según TMZ la pareja no ha llegado a un acuerdo económico, por lo que vienen curvas. Porque ya se sabe que el matrimonio entre Jennifer Lopez y Ben Aflleck no ha acabado precisamente en términos amistosos. Este medio ya ha informado de que «han estado tratando de llegar a un acuerdo durante meses, y esas conversaciones continúan, pero se han vuelto cada vez más amargas «.