Como un reloj suizo asistido por la tecnología más avanzada al alcance de sus gestores. Así tiene que funcionar un aeropuerto . El de Córdoba , que vive ahora y por fin un momento dulce después de años y años en barbecho, es como el resto un complejo engranaje que se activa muy temprano. El que sigue es el detalle del día a día de las instalaciones aeroportuarias. El Aeropuerto de Córdoba amanece todos los días a 08.30 horas. En ese momento, el personal de Mantenimiento y del Servicio de Extinción de Incendios (SEI) revisa que todo en el campo de vuelo esté a punto: iluminación, pista sin obstáculos, vehículos contraincendios... Los vigilantes, por su parte, recorren el edificio terminal para cerciorarse de que todo está 'ok' y, a lo largo de la jornada, realizan rondas perimetrales por todo el aeropuerto. Estos efectivos reportan el resultado de sus inspecciones al Centro de Coordinación Aeroportuaria (CECOA) y, si todo está correcto, el aeropuerto se declara operativo a las 09.00. A partir de ese momento, pueden empezar a entrar y salir aeronaves, con todo lo que ello conlleva. De 12.00 a 15.00 están en sus puestos los técnicos del Servicio de Información de Vuelo de Aeródromos (AFIS) de la torre de control: llegan en torno a una hora antes para prepararlo todo. Este servicio que se implantó en 2018 y que fue, junto con la publicación de la carta de aproximación (y la consecuente implantación de procedimientos instrumentales de vuelo), un elemento clave para que los vuelos comerciales fueran factibles. A lo largo de la jornada, y hasta las 20.00 cuando se declara el cierre operativo del Aeropuerto (a partir de ese momento no pueden entrar o salir aeronaves), cada grupo de profesionales tiene asignadas diferentes tareas. El horario de cierre operativo del Aeropuerto puede ampliarse en caso de que alguna compañía o escuela lo solicite, y existe un procedimiento especial por el que el aeropuerto está disponible las 24 horas de los 365 días del año para vuelos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Si no hay peticiones especiales, entre las 20.00 y las 20.30 se hace una última revisión de todo antes de cerrar las instalaciones propiamente dichas. En el caso de los bomberos, por ejemplo, hacen revisiones de pista programadas (hay cuatro al día) y, si se produjera algún incidente que requiriera alguna revisión extraordinaria, también procederían a ello. Además, el personal hace prácticas de tiempo/respuesta y con fuego real, asisten a los pilotos de las aeronaves comerciales para estacionar, ayudan también las operaciones de los pilotos del servicio del INFOCA que acuden al aeropuerto para abastecerse de agua en caso de incendio, y supervisan el repostaje de las aeronaves en general. El personal del Centro de Coordinación y Operaciones es una especie de torre de control en tierra. Gestionan los planes de vuelo, asignan los medios que necesitan las aeronaves para operar (puerta de embarque, mostrador de facturación …) y canalizan cualquier incidencia que pueda darse con esos medios o que les reporte la empresa que asiste en tierra a las compañías. Otro papel fundamental que tiene CECOA es activar el plan de autoprotección del aeropuerto si se produce una emergencia aeronáutica, poniendo en marcha a los efectivos propios del aeropuerto y a los externos. Desde que empezaron a operar los vuelos comerciales de Air Nostrum, el pasado 4 de julio, hay presencia en el Aeropuerto de personal del agente 'handling', esto es, la empresa que asiste en tierra a la compañía aérea con cuestiones como la gestión de los equipajes, la facturación de los mismos o la supervisión del embarque de los viajeros y su encaminamiento hacia o desde el avión). Además, se ha reforzado el cuerpo de vigilantes para los controles de seguridad.