La cantante Céline Dion ha sido la última de varios artistas que han demandado a la campaña de Donald Trump por hacer uso de sus creaciones sin una autorización. Ocurrió a mediados de agosto, cuando se retransmitió un video de la cantante interpretando su éxito ‘My Heart Will Go On’, en un mitin de campaña en Montana. El comunicado reprochando esta conducta no se hizo esperar. «De ninguna manera este uso está autorizado, y Céline Dion no lo respalda», decía su equipo en un comunicado. El expresidente ha recibido demandas de varios artistas desde que entró en la carrera electoral en 2016.
Una guerra con el mundo de los artistas que contrasta mucho con la buena relación que parece tener el bando demócrata con las celebrities. En el United Center de Chicago, donde están teniendo lugar los discursos en el marco de la Convención Demócrata, en los últimos tres días se han escuchado las composiciones de Luis Fonsi, Prince, Michael Jackson, Eminem, The Killers y hasta el rapero Snoop Dogg, todas ellas autorizadas. Y el plato estrella, Beyoncé, la artista hizo una aparición estelar ayer en la noche más importante para Kamala Harris.
Ya el lunes, el primer día de la Convención, la candidata demócrata hizo una aparición sorpresa sobre el escenario al son de la canción que la artista lanzó en el 2016, ‘Freedom’. Dos mujeres negras que han conseguido abrirse camino en un mundo difícil, y que también cuentan con el apoyo de otros grandes iconos musicales negros como Megan Thee Stallion o el rapero Quavo. En el tercer día de la convención, Steve Wonder y John Legend incluso se subieron al escenario.
Harris, además, ha estado arropada desde el principio por famosos de la talla de Cardi B, que apoyó públicamente a la vicepresidenta mucho antes de que sustituyera a Joe Biden. «Siento que fue un egoísta al continuar postulándose como presidente», dijo en una retransmisión en directo refiriéndose a Biden, «deberían haberle pasado la antorcha a Kamala».
De su lado también se ha puesto la esfera musical de Broadway. Los actores del mundo del musical neoyorquino han fundado una coalición llamada ‘Broadway for Harris’ para apoyar a la campaña de la demócrata, entre sus miembros hay más de 70 líderes de la industria. Por no hablar de históricos actores y actrices de Hollywood, entre ellos el conocido actor George Clooney y Barbara Streisand, que han reanudado las donaciones tras frenarlas por las dudas que suscitó la actuación de Biden contra Trump en el único debate presidencial que se ha celebrado hasta ahora. «Una nueva líder inspiradora que puede hacernos avanzar», dijo el exmagnate del cine Jeffrey Katzenberg, en un artículo de opinión en The New York Times.
Según un estudio reciente del Ash Center for Democratic Governance and Innovation de la Universidad de Harvard, los famosos desempeñan un papel clave en la participación de los ciudadanos en las urnas, y «las personas famosas tienen muchas oportunidades de contribuir a una mayor implicación electoral», por eso las organizaciones y en este caso los partidos, «buscan cada vez más formas de implicar a los famosos en sus actos», asegura el estudio. «Las estrellas saben que tienen poder y lo usan para muchas causas», remarca la investigación.
El impacto de los famosos en la vida social no es un fenómeno nuevo. En 1955 artistas de la talla de Frank Sinatra o Aretha Franklin ayudaron a recaudar fondos en defensa de los derechos civiles, y en 1990, la cadena musical MTV consiguió que artistas como Madonna o Lenny Kravitz movilizaran a los jóvenes para acudir a las urnas. Más allá quiso ir Ariana Grande en el 2019, cuando puso a disposición de los asistentes a su concierto unas cabinas para registrarse y votar.