Javier Milei miró la sesión especial en el Senado desde la Quinta de Olivos. Así se anotició que, con 61 votos a favor y ocho en contra, la Cámara alta ratificó el proyecto de movilidad jubilatoria impulsado originalmente por el radicalismo, que prevé una recomposición de 8,1 puntos en los haberes por la pérdida real de los últimos meses y la nueva indexación por el índice de inflación del INDEC. Horas después, hizo pública su decisión de vetar la ley.
En las diversas negociaciones que hubo en las últimas semanas, el Gobierno dio a entender mediante sus interlocutores que esos puntos les resultaban razonables, pero no así una tercera cláusula clave que también lleva el proyecto: que en marzo de cada año se aplique un aumento del 50% de la variación de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) por sobre la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del año anterior.
El Senado reunido este jueves para votar el proyecto de movilidad jubilatoria. (NA)
Según una estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), este agregado hace que el incremento del gasto producido por el proyecto llegue a 0,43%. Los cálculos del Ministerio de Economía fueron mayores, cercanos al 1,2% del PBI. Esto hizo que la Casa Rosada viera en este proyecto un intento por romper el equilibrio fiscal que el Presidente considera que hay que mantener para anclar las expectativas del plan económico y de la baja de la inflación.
En el comunicado emitido por la Oficina del Presidente (OPRA), acusó al Congreso de querer "destruir el programa económico del Gobierno" de hacer "populismo demagógico" y tildó a la ley de "irresponsable, ilegal e inconstitucional".
El Gobierno aseveró que la ley implicaba un gasto público extra del 1,2% del PBI, "o lo que es lo mismo, el 25% del PBI en términos dinámicos". En un párrafo apuntado directamente al PRO, confió que "en que los que durante años se han amparado en el cambio no se presten al juego de quienes quieren destruir el programa económico del Gobierno".
"No son más senadores, ahora son cenadores y nos están comiendo vivos", rezaba el posteo que compartió Milei al comienzo de la sesión a través de su cuenta de Instagram.
Al unísono salieron otros funcionarios oficiales como el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, a quien el Presidente retuitea a menudo: "En julio intentaron llevar el dólar a $1.800. Ahora quieren quebrar el equilibrio fiscal. Extrañan el déficit, la inflación volando y la inestabilidad cambiaria. Son una máquina de romper todo...".
"Es absurdo creer que le van a mejorar la vida a los jubilados con una Ley. Los jubilados van a vivir mejor en un país sin inflación, con equilibrio fiscal, con estabilidad y con una moneda sana...", agregó el funcionario.
En julio intentaron llevar el dólar a $ 1.800. Ahora quieren quebrar el equilibrio fiscal. Extrañan el déficit, la inflación volando y la inestabilidad cambiaria. Son una máquina de romper todo...
— Javier Lanari (@javierlanari) August 22, 2024Y es que altísimas fuentes oficiales de la Presidencia habían confirmado horas antes a El Cronista que Javier Milei iba vetar el proyecto. Es la primera vez que utilice esta facultad que le es conferida por la Constitución Nacional. Según indica su artículo 80, el lapso durante el cual esta puede ejercerla es de diez días. Si no se la considerará promulgada automáticamente.
Quien hoy se anticipaba a la jugada presidencial fue Manuel Adorni, que en su habitual conferencia de prensa indicó: "Todo lo que vaya en contra de las cuentas públicas se va a vetar". "El equilibrio fiscal y de las cuentas públicas es nuestra columna vertebral", afirmaba el vocero.
El vocero presidencial, Manuel Adorni.
El volumen por el que fue aprobado la reforma de la movilidad jubilatoria hace posible que tanto Diputados como el Senado puedan insistir con la redacción original y, con los mismos votos, evitar el veto definitivo de Milei; ya que ambas cámaras aprobaron el proyecto con más de dos tercios de los votos.
Y es que el artículo 83 de la Constitución Nacional advierte que "desechado en el todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la Cámara de su origen; ésta lo discute de nuevo, y si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la Cámara de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación".
