Tras la revisión de subsidios en las tarifa de luz por parte del Gobierno, los usuarios suelen ser más precavidos a la hora de utilizar electrodomésticos que generen un mayor consumo de energía. En consecuencia, incrementan los gastos.
Uno de los aliados para las diferentes épocas del año es el aire acondicionado frío-calor. Sin embargo, también suele ser señalado como uno de los aparatos del hogar que más gasta electricidad.
Por tales motivos, existe una función que sí o sí deberás dejar de usar si querés reducir los gastos en la boleta de luz y, a la vez, prevenir un desperdicio significativo de energía.
Se trata de la activación del "Modo seco" o también conocido como "Dry". Esta función está diseñada para reducir la humedad en el ambiente, por lo que es útil tanto en verano como los días posteriores a una tormenta.
En estos casos, el aire acondicionado utiliza una velocidad más baja para que el aire ingrese lentamente a través de las bobinas frías y se reduzca notoriamente la condensación de la humedad en el ambiente.
Sin embargo, en los días de altas temperaturas, esta función será contraproducente: no logrará generar un alivio para bajar el calor y consumirá más energía al estar encendido sin cumplir su objetivo.
Es decir, que no solamente provocará un incremento significativo en el gasto energético, sino que también provocará un daño al medio ambiente.
Existen diferentes electrodomésticos que poseen esta característica de un consumo en espera, como los televisores, los equipos de audio, los cargadores de teléfonos, entre otros.
Esto se debe a que, si bien se encuentran apagados, mantienen funciones como relojes digitales, la conectividad a la red u otros sensores que provocan un gasto de energía adicional.
Sin embargo, el más señalado por aumentar el consumo es el televisor. En este caso, suelen mantener encendido el sistema de actualización automática, la conexión a internet y el modo "Standby", entre otras funciones, aunque estén apagados.