Nos adentramos en la recta final del verano, a apenas diez días de pisar septiembre y abandonar el asueto estival para que nuestros políticos regresen cada uno a su trinchera. El mes próximo nadie se acordará del bar de Mera y sí probablemente de que los trenes cada vez funcionan peor, de que no se está siendo todo lo transparente que se debe con los traslados de migrantes –que bienvenidos son en esta tierra necesitada de aumentar población– y, sobre todo, del hospital Cunqueiro y las concesiones a Eulen . Esto último promete llenar horas de debate político este próximo curso. Lo del Cunqueiro trae causa de un informe del Consello de Contas que viene a decir que ha salido...
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